viernes, 26 de octubre de 2007

Pimientos rellenos

Los pimientos rellenos es un plato de lo más versátil, se pueden rellenar de carne, pescado, arroz, utilizar como salsa ligante besamel, tomate o incluso nada. Bañados en salsa o en seco. Rebozados y fritos o simplemente colocados en la fuente, fríos o calientes. Cada uno elegiremos la versión que se adapte a nuestro gusto y nuestra circunstancia, es decir, que tenemos en la nevera o despensa y cuanto tiempo tenemos.

Hay varias maneras de hacer los pimientos, muy laboriosas y menos laboriosas. Además cuanto más simple, menos posibilidad de fracaso. Si rebozamos los pimientos, es una maniobra complicada ( además añadimos energía a montón) y para mi gusto, no me aporta algo muy especial.

Para el relleno, podemos aprovechar todo tipo de sobras o bien tener antojo de un relleno especial y hacerlo exprofeso.

Los pimientos rellenos para dos es un tiempo asequible, si es para mucha gente hay que pensarlo un poco. El único inconveniente es que para poca gente hay que abrir una lata y nos sobraran pero la suerte es que congelan muy bien y tendremos un plato especial preparado para otro día.

Otro problema es que cuando probéis los vuestros ya no os gustarán las latas de pimientos que venden ya rellenos.

Yo voy a poner los que tienen salsa besamel como base de relleno. Otro día escribiré otra versión.

1 lata de pimientos enteros especiales para rellenar, 50 gr de harina , 600 ml aprox de leche, 1 cebolla, 200 ml de vino blanco, ajo, aceite, sal. Relleno a elegir:
300 gr de gambas peladas por vosotros guardando las cáscaras o 250 gr de cualquier pescado blanco (fresco o congelado) o 250 de carne picada. Tanto la carne como el pescado se puede sustituir por el resto de cualquier guiso.

Abrir la lata de pimientos y dejar escurrir muy bien. Pelar y partir el ajo y la cebolla muy pequeña. En una sartén, poner 3 cucharadas de aceite, sofreír la cebolla y el ajo unos 10 minutos. Añadir la carne o el pescado y dar unas vueltas cortando con la punta de la pala los trozos que sean grandes, retirar a un plato, escurriendo el aceite sobrante ( que debe de ser mínimo) . En la misma sartén añadir 2 cucharadas rasas de harina y una cucharada de aceite, dar unas vueltas para mezclar todo muy bien. Añadir la leche poco a poco para formar la salsa hasta que tenga un espesor medio ( un poco menos denso que croquetas). Añadir lo reservado y mantener al fuego 3 minutos.

Como yo procuro no manipular demasiado la comida, cojo un pimiento, lo apoyo en un plato y con la mano izquierda lo abro cogiendo uno sus lados, con la derecha, cojo una cucharilla de relleno y lo meto, así hasta terminar la lata. Los coloco en una fuente de horno ordenados y para aprovechar más el sitio, encajo la base triangular con la punta del siguiente, si dejas un pequeño espacio entre ellos facilita que no se rompan en el momento de servir. Si quieres congerlar una parte sin terminar, ponerlos en una superficie plana, separados unos de otros y una vez congelados, se guardan en una bolsa de plástico bien cerrada.

Si has usado gambas, haz un caldo con las cáscaras y cuélalo. En la misma sartén pon 1 cucharada de aceite y la harina sobrante ( 1 cucharilla aprox), da unas vueltas a fuego suave y añade el vino blanco o el caldo de gambas poco a poco para hacer una salsa ligera. Verter sobre los pimientos. Si vas a congelar algunos completamente terminados, este es el momento, también si los haces con antelación, mételos ahora a la nevera. Hornear unos 15 minutos a 150º. Si para ahorrar energía no quieres precalentar el horno, ponlos en el horno a la vez que lo conectas y necesitarás 25 minutos.

Si los haces de pescado, la salsa exterior puede ser salsa de tinta, me parece una mezcla extraordinaria. Se hace como calamares en su tinta pero sin calamares.

Queda inaugurado el blog con fotos cuando sea posible.


Esta presentación la suelo hacer con tiras de calabacín con piel y hojas de menta sobre salsa besamel ligera. Pero como hoy no tenía calabacín ni los pimientos iban sobre besamel, lo he decorado con lo que tenía a mano. Si hubiera puesto la salsa que es de color tostado, la foto hubiera quedado más fea y ya que mi arte no es mucho no lo estropearemos más.

Otra foto añadida con posteridad. Esta vez los pimientos van rellenos de merluza con salsa de setas.

domingo, 21 de octubre de 2007

Lasaña de alcachofas y gambas

Hoy vamos a hacer algo más laborioso pero no difícil, simplemente hay que hacerlo un día con algo de tranquilidad. La ventaja de poder hacerlo con antelación, nos facilita el adaptar la cocina a nuestra conveniencia.

Las alcachofas es una verdura de regular aceptación. Estamos los verdaderos entusiastas y los que la odian. Yo creo que si la pruebas de buena calidad y con mentalidad abierta, es imposible que no te guste. Probad las de la ribera del Ebro, desechad las de hoja punteaguda que casi pinchan y luego ya podréis decidir.

En este plato las alcachofas no son el elemento principal, pero le dan al conjunto un toque diferente. En caso de que no os apetezca intentar el sabor de la alcachofa, podéis sustituirla por berenjena o por calabacín. Si queréis cambiar el plato del todo, en lugar de gambas, utilizad calamares encebollados. Podéis hacer combinaciones de cuatro elementos tomados de dos en dos. En la cocina no hay nada fijo, todo se puede cambiar.

Las gambas, se pueden sustituir por langostinos aunque estos son menos sabrosos. como ventaja, son más baratos y cuesta menos tiempo pelarlos, pues últimamente la gamba arrocera ( la más barata) es tan pequeña que se tarda mucho en pelarla.

Las placas de lasaña, existen precocidas y normales. Si tenéis tiempo, comprar las normales, las precocidas son más gruesas y, yo al menos, no he encontrado una marca agradable.

8 placas de lasaña, 350 gr de gambas, 3 alcachofas, 1 cucharada de harina, 500 ml de leche, aceite y sal.

Lavar las gambas y pelarlas guardando las cáscaras para hacer un caldo con ellas. Limpiar las alcachofas, partirlas a rodajas finas y sumergirlas en un recipiente con agua y un poco de vinagre hasta su uso. Poner una olla grande con agua a fuego fuerte y tapada, cuando hierva, echar una a una depositandolas horinzontalmente en la superficie del agua, dejad un par de segundos entre placa y placa de lasaña, cocer 10 minutos o seguir las instrucciones del paquete ( yo le suelo restar 2 minutos pues en el horno sigue cociendo). Si no tenéis olla grande, cocerlas en dos veces y en lugar de escurrir el agua, sacar las placas con una espumadera. Sumergirlas en un recipiente amplio con agua fría hasta su uso.


Con la leche y la harina hacer una besamel muy clara ( espesará en el horno), para este plato elijo el modo "papilla", incorporando el caldo de cabezas de gambas.


Sacar las alcachofas del agua y escurrirlas muy bien poniéndolas boca abajo. En una sartén, poner dos cucharadas de aceite y saltear las gambas a fuego vivo 1 minuto, justo que cambien de color, sacar a un plato y reservar. Hacer las alcachofas a la plancha en la misma sartén que las gambas, a fuego vivo, hacedlo en tandas para que la sartén se mantenga muy caliente. Las alcachofas requieren añadir aceite frecuentemente.

Una vez que tenemos todo preparado, hay que montar la lasaña. En un recipiente de horno, a ser posible cuadrado o rectangular, echar unas gotas de aceite y extenderlo con los dedos para engrasar el recipiente. Encender el horno a 150º.




Sacar las placas del agua y secarlas con un paño limpio. Colocar dos placas de lasaña cubriendo el fondo, colocar la mitad de las gambas, y otra capa de lasaña, procurando que la unión de las placas anteriores no coincida con esta unión. Extender la mitad de las alcachofas y cubrir con otra capa de pasta continuando esta pauta hasta acabar con todo el material.




Cubrir con la besamel de gambas y meter al horno a intensidad media ( unos 150º) 20 minutos.


Este plato se puede congelar una vez terminado por raciones y si queremos hacerlo con antelación es mejor antes de hornearlo, teniendo en cuenta que es conveniente hacer la besamel mas clara pues con el tiempo espesa.


sábado, 20 de octubre de 2007

Espaguetis con berberechos

Las salsa con nata pueden resultar pesadas si se abusa, pero de vez en cuando saben estupendamente. Este plato es uno de ellos.

Los berberechos que yo uso son frescos, pero si alguien quiere probar con los de lata que me cuente el resultado. Además, últimamente los de lata se han puesto carísimos, muy pequeños y frecuentemente encuentras arena. Se puede sustituir por chirlas o almejas aceptando que el sabor será menos intenso. Si los sustituimos por mejillones, bajaremos el precio y tendremos otro matiz.

Yo uso tallarines ( como espaguetis pero planos), con cintas también sale bien. La pasta gruesa no me gusta demasiado, pero que cada uno use la que prefiera.

250 gr de tallarines, 300 gr de berberechos frescos, 100 ml de nata de cocinar( 16-18% mat grasa), 100 ml de leche, pimienta negra, aceite y sal.

Al abrir el paquete de berberechos, observar si hay algo de arena en el papel o bolsa. Si no hay, lavar los berberechos debajo del grifo. Si hay arena, poner los berberechos a remojo cubiertos de agua con una cucharada de sal para que expulsen la arena, durante al menos media hora. Pasado el tiempo, sacarlos con la mano y dejarlos escurrir.

En una sartén amplia, poner 2 cucharadas de aceite y saltear los berberechos a fuego vivo, tapar dos minutos para que se abran todos y apagar el fuego. Si los cocinamos demasiado, solo conseguiremos secarlos y volverlos correosos.

En un puchero poner a hervir 3 litros de agua con dos cucharillas de sal a fuego vivo, tapar. Cuando hierva, echar los tallarines y mover para que todos queden cubiertos de agua. Regular el fuego para que mantenga el hervor pero no se salga el agua que luego hay que limpiar la cocina. Mirar las indicaciones del paquete para el tiempo de cocción, no fiarse de la memoria, poner un reloj que suene fuerte 1 minuto menos del tiempo indicado pues seguirá cociendo al añadir la salsa. Escurrir.

Hasta aquí podemos hacerlo con antelación para ello los traspasamos al puchero otra vez ( o un tuper si van a ir a la nevera), añadiremos un par de cucharadas de aceite, voltearemos para que todos los espaguetis se impregnen y guardaremos tapados .

Si lo vamos a comer inmediatamente, verter en la sartén con los berberechos. Una vez mezclados los tallarines y los berberechos, a fuego medio, añadir la nata y la leche, dar vueltas para que todo se una y servir. Si no nos lo comemos pronto, los tallarines absorverán la salsa, quedarán más secos y además la pasta se pasará. Si sobran, cosa difícil en según que casas, los podemos calentar a fuego vivo y moviendo bien el tiempo justo para templarlos, añadiendo algo de leche.



En la mesa, poner la pimienta negra para que cada uno la añada a gusto.

martes, 16 de octubre de 2007

Salsa de almendras

Esta salsa es buena tanto para carnes como para pescado. También va bien con patatas y garbanzos, con otras legumbres no he probado pero creo que lo intentaré. En las legumbres no hace falta harina, pues la propia legumbre ya le da un ligero espesor a la salsa y no necesita más.

La cantidad de harina es variable. A mi no me gustan las salsa muy espesas, mas bien ligeras. Si alguien prefiere más espesas, en su mano está aumentar la cantidad de harina.

Para unos 100 ml de salsa:

1 diente de ajo, 2 cucharadas de almendras, 1 cucharilla de harina, 100 ml de vino blanco, 50 ml de agua, sal y aceite. Opcional 1 hoja de laurel.

En una sartén poner 2 cucharadas de aceite, las almendras picadas y el ajo entero a fuego suave, cuando la almendras empiecen a tomar color, chafas el ajo, añadir la harina y dar vueltas con una cuchara de madera. Subir a fuego medio. Regar con el vino blanco añadiéndolo poco a poco, continuar con el agua. Dejar evaporar el alcohol unos 10 minutos a fuego suave. Si lo vamos a incorporar al un guiso, esta fase se puede hacer con todos los ingredientes juntos.

Se puede servir en salsera o verter sobre el ingrediente principal y cocer suavemente unos minutos para que unan sabores.

Platos adecuados a esta salsa: albóndigas en salsa de almendras, garbanzos " de ayuno" ( recuerda tiempos pasados), filetes de pescado en salsa, patatas a la importante.......

lunes, 15 de octubre de 2007

Cocer garbanzos

Ante todo decir que si cocinamos legumbres, la eficiencia de nuestro trabajo será óptima: son de mucho tiempo pero muy poco trabajo; podemos cocinar varias raciones a la vez y congelar las no consumidas, son saciantes para estómagos necesitados de volumen, son multifunción pues las podemos cocinar de múltiples maneras tanto para vegetarianos como para carnívoros natos y además, son un nutriente muy completo. Adórnalo con todo lo que has leído hasta ahora sobre ellas y obtendrás un buen resultado.

Los garbanzos es una legumbre que se debe poner a remojo al menos 12 horas en ambiente fresco o 24 horas en la nevera. Si ponemos agua templada se reduce un poco el tiempo. Deben estar cubiertos por completo todo el tiempo y tendremos en cuenta que su volumen aumenta aproximadamente el doble durante el remojo.

Si añadimos una cucharilla de bicarbonato en el agua de remojo, en unas 8 horas estarán listos; importante: lavar los garbanzos antes de cocerlos. Hay que tener cuidado con el bicarbonato pues si nos pasamos de tiempo o de cantidad, los garbanzos modificarán su sabor.

Los echaremos a cocer en agua caliente. Conviene cocerlos en agua baja en calcio y magnesio ( blanda). Se puede rebajar la dureza de agua del grifo mezclándola con agua embotellada muy blanda ( mirar etiqueta de análisis del agua ). Yo creo que todos sabemos la dureza del agua de nuestra zona, si no como orientación mirar los paquetes detergente. La sal la añadiremos en los últimos minutos de cocción.

Si compráis latas de garbanzos (para emergencias no están mal), incrementareis de manera notable el precio del plato. Además procurad leer la etiqueta para al menos conocer que conservantes y antioxidantes tienen. Buscad la marca que os guste que las hay muy buenas.

La cantidad de garbanzos por persona, depende de si son complemento, por ejemplo si hacemos cocido, o van a ser plato completo. También son un buen plato único si los complementamos con algo de carne y verduras. 100 gr por persona nos puede dar una orientación o bien ponemos una cantidad de garbanzos una vez remojados en un plato y nos dará idea de cuanto podemos comer.

200 gr de garbanzos, 1 hoja de laurel, 1 cebolla. Opcional 1 hueso de jamón, unos huesos de pollo, zanahoria, sal.



Poner a remojo los garbanzos en abundante agua. Pasadas al menos 12 horas, en una olla a presión, poner 1 litro de agua el laurel y la cebolla a fuego fuerte. Escurrir y lavar los garbanzos, y cuando el agua esté caliente, añadirlos a la olla, (los garbanzos deben de estar cubiertos por al menos 3 cm de agua) y cerrar. Cuando empiece a silbar, bajar el fuego manteniendo la salida de vapor al mínimo. El tiempo es variable según la variedad de garbanzo, en el paquete suele dar tiempos orientativos. Un tiempo medio puede ser 45 minutos para garbanzos. Si utilizáis puchero sin presión, será algo menos de dos horas. conviene ir mirando su punto pues es muy variable. Echaremos la mitad de la sal al principio si utilizamos olla expres y toda la necesaria como a mitad de cocción si puchero normal. Hay que tener en cuenta con que vamos a complementar los garbanzos pues si es jamón o algo que ya lleva sal reduciremos la cantidad.

Apagar el fuego y una vez fría, abrir la olla y comprobad si los garbanzos están cocidos. Si están duros podemos seguir cociendo. Aliñad a gusto.
Aliños para elegir:
- Salsa de almendras sin harina, con trocitos de huevo duro.
- Añadir mas verduras ( a gusto) y cocer un cuarto de hora con la olla sin presión, con trocitos de pollo y/o jamón. Las verduras pueden ser zanahoria, acelga, calabaza o cualquier otra que tengamos a mano.
- Con espinacas y un poco de arroz blanco.
- Cocidos con jamón, chorizo, zanahorias y un tomate.

- Por supuesto los que se hacen con el cocido, están buenos de cualquier manera.
-También podemos hacer una mezcla de las posibilidades anteriores que nos parezcan apetecibles.

Las nuevas culturas, nos dan a conocer otras formas de consumir nuestros productos tradicionales. Probad en un buen sitio de cocina de medio oriente los "falafols" o hamburguesas de garbanzo también los "humus" aromatizados con diversas especias.

Si cocemos para varias raciones, los congelaremos y cada día los complementaremos de distintas maneras, tendremos como resultado platos distintos.

jueves, 11 de octubre de 2007

Empanadillas de setas

Ahora es tiempo de setas, pero cuando no lo es, se puede hacer con champiñones de la tienda o setas secas. A mi la que más me gusta, solo para aficionados, es la coprinus comatus, pongo este nombre porque los nombre vulgares son diferentes en cada lugar y este blog es para todos. Si tenéis dudas, consultar cualquier libro o sitio que se dedique a setas, es de las más vulgares.

Pero para hacerlo más universal, aquí pondremos champiñones y que cada uno use lo que le sea posible/guste.

Las empanadillas, o al menos lo que conocemos en el norte de España como tales, las venden en paquetes. Son como obleas y la marca más conocida es La cocinera.

1 paquete de empanadillas para freír, 150 gr de setas, 1 cucharada rasa de harina, 200 ml ( aprox.) de leche, aceite y sal.

Si tenemos el paquete de empanadillas en la nevera, sacarlo. Limpiar las setas y partirlas en trozos pequeños. En una sartén, poner 4 cucharadas de aceite y saltear las setas a fuego vivo. Retirar las setas a un plato bien escurridas, dejando el aceite sobrante en la sartén. Bajar el fuego y añadir la cucharada de harina, dar unas vueltas y añadir la leche poco a poco para formar una besamel de espesor medio ( que sea posible manejarla pero no mantenga la forma ). Dejarla enfriar.

Extender las empanadillas manteniendo el papel separador en la parte baja para que no se pegue a la encimera, poner 1 cucharilla de besamel en cada oblea, pasar el dedo húmedo por el perímetro de la circunferencia, doblar por la mitad y presionando con un tenedor, sellad. Con el tenedor tenemos que presionar sin llegar a romper la oblea. Podemos hacer esto con tres o cuatro y mientras se fríen, ir haciendo las demás.

En una sartén honda ( si es pequeña no ensuciaremos tanto aceite), poner 1 cm de aceite y calentar a fuego medio. Echar las empanadillas con cuidado, freír por los dos lados hasta que se doren. Sacar con pinzas planas para que escurran y poner sobre papel de cocina.

Cuidado que queman, esto va para los merodeadores de la cocina que intentan comer una antes de sentarse a la mesa.

viernes, 5 de octubre de 2007

Calamares encebollados

Este plato es bueno para comer solo con un acompañamiento de arroz o como guarnición de cualquier pescado a la plancha o al horno.

Se pueden usar chipirones, calamares medianos e incluso anillas de las que venden ya limpias, teniendo en cuenta al analizar el resultado la calidad del ingrediente que hemos empleado. Pero a veces el tiempo manda y ninguna de las tres posibilidades es incomible.

Tenemos que tener en cuenta que tipo de calamar hemos empleado pues el tiempo de cocción será distinto. Los calamares, como otras muchas cosas, si nos pasamos de cocción, no los volveremos más blandos sino más correosos y difíciles de masticar.

El tiempo dependerá mucho del tipo de calamar que usemos, si el chipirón es pequeño, limpiarlos nos costará un rato y si usamos anillas una lavadita debajo del grifo. El precio, lo mismo.

Medio kilo de calamar o 400 gr de anillas limpias, 2 cebollas, 1 diente de ajo, 1 hoja de laurel, sal y aceite.

Limpiar los chipirones. Pelar y partir la cebolla a tiras, ponerla en una sartén con 4 cucharadas de aceite, la hoja de laurel y el diente de ajo pelado, sofreír , cuando este ya blanda añadir los chipirones y a fuego fuerte cocinarlos unos 3 minutos, los chipirones solo necesitan justo cambiar de color si los hacemos mucho se pondrán duros. Si son anillas de calamar necesitarán más rato, probarlas hasta que están más blandas.

Esto se puede hacer con antelación pero a la hora de calentar tendremos cuidado de hacerlo a fuego muy suave y solo el tiempo necesario. Otra posibilidad es preparar la cebolla que es lo que cuesta más rato y añadir los calamares en el momento de comer.

jueves, 4 de octubre de 2007

Judías blancas con setas

Todas las recetas de legumbres se pueden hacer con legumbres cocidas en casa o de bote. Si son de bote, elegidlas bien vale la pena. Para esta receta van muy bien las pochas bllancas redondas, que también venden en algún sitio crudas congeladas y están buenas.

200 gr de judías blancas secas o un bote, 1 cebolla, 200 gr setas frescas o 20 gr secas, aceite y sal.

Cocer las judías o abrir el bote. Pelar y partir a trozos muy pequeños, la cebolla. Si las setas son secas, rehidratarlas. En una sartén con 2 cucharadas de aceite, sofreír la cebolla lentamente. Cuando esté blanda, añadirla a las judías junto con las setas. El agua de hidratar las setas se puede añadir pero con cuidado pues a veces, en el fondo hay un poco de tierra. Hervir lentamente todo junto unos 10 minutos.

Como la mayoría de los guisos, queda más sabroso hecho con antelación.



Yo suelo hacer este plato con trompetillas amarillas o negras, es como más me gusta. También queda bien con níscalos.

Cocer Judías blancas

En este momento, mi blog duplica el sentido. El principio de esta recopilación lo hice, cuando mis pájaros empezaron a volar fuera de casa, en forma de cuadernillo resumen. Ahora hay otro fuera y las preguntas se multiplican a pesar de tener un referencia mas completa.

Me han pedido legumbres que no sean de bote. Voy a dar normas generales para cocerlas y a partir de allí, sugerencias de ingredientes. Las legumbres con una ensalada, pueden ser plato único, son alimentos muy completos y de gran calidad nutritiva.

La cantidad por persona 100 gr , satisface un buen apetito. Es una buena idea cocer más cantidad y congelar por raciones, soportan muy bien la conservación, y si el recipiente es bueno, son cómodas de transportar todavía congeladas ( para los que lleváis la comida al trabajo).

Si vives en una zona de agua dura, es mejor usar agua mineral, eligiendo una que tenga poco calcio ( menos de 50 mg/l). Fijaros en la etiqueta pues hay algunas aguas con mucho calcio.

Cocer las legumbres en olla normal, cuesta del orden de dos horas.  En olla expres, unos 30-40 min , que tiene de ventaja, además de menor tiempo, que no se evapora el agua y por lo tanto requiere menos vigilancia una vez regulado el fuego. Yo pongo judías blancas porque son las que más me gustan pero la entrada es válida para judías de cualquier color, pintas, rojas, negras... Puede variar el tiempo de cocción según la variedad de judía.

200 gr. de judías blancas, 1 litro aprox de agua, una hoja de laurel, media cebolla 4 dientes de ajo, 1 cucharada de aceite, 2 cucharillas de sal.

Para cocer las judías blancas no es imprescindible ponerlas a remojo, pero se cuecen mucho mejor. Si las pones con agua templada ( en invierno las pongo encima del radiador), con dos horas suele ser suficiente, pero depende mucho de la variedad de judía. Ponerlas a remojo es para hidratarlas antes de la cocción y acortar el tiempo.

Escurrir las judías del agua de remojo y ponerlas en la olla expres , con agua blanda, una altura que sobrepase unos 5 cm del nivel de las judías. Es mejor añadir ahora la mitad de la sal y la otra mitad, al final. Añadir el resto de los ingredientes y tapar la olla. Cuando haya cogido presión, bajar el fuego hasta que justo mantenga la salida de vapor.

Si no las hemos puesto a remojo, las pondremos a cocer media hora a fuego muy suave, y luego ya podremos cerrar la olla express y empezar a contar el tiempo. El tiempo depende un poco del tipo de olla y de la calidad de la judía. Una cifra orientativa puede ser 35-40 minutos y dejar que se siga cocinando con la olla cerrada. Si usais fuego eléctrico o vitrocerámica, podéis dejar la olla en la placa caliente para que se termine y reducir un poco el tiempo.

Es bueno que no hierva a borbotones, la legumbre quedará más entera y el caldo más transparente. Si os gustan espesas, no echéis harina por favor, simplemente mover un poco la olla o chafar unas cuantas judías en el caldo.

Estas son judías básicas, iré poniendo variaciones.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Uva negra rellena con queso azul

Es un aperitivo original, que se puede hacer con antelación y guardar en la nevera. Se tiene que notar que es tiempo de uvas, yo lo he probado con uvas negras de grano gordo y crujiente y de esta manera el cambio de textura también ayuda a explorar esta nueva sensación.

El tipo de queso azul, dependerá de nuestro gusto, si cogemos un azul suave o un cabrales curado ya elegiremos el resultado.

200 gr de uva negra, 20 gr de queso crema (tipo philadelphia, San Millán ..), 50 gr de queso azul.

Con la punta de un pelapatatas, quitar las semillas a los granos de uva . Mezclar los quesos, chafandolos con un tenedor para homogeneizarlos bien. Rellenar la uva y guardar en la nevera.
Para la presentación, podemos ponerlos en una molde de papel de tamaño bombón.

Otra manera de rellenarlos, quizá menos bonita pero más rápida es abrir el grano por la mitad y después de quitar las semillas, poner un montoncito de queso. No vale usar uva sin pepita, necesitamos quitar un poco de pulpa para tener sitio para el queso.

Si alguien tiene un descorazonador tamaño grano de uva, lo hará deprisa, yo no lo tengo