viernes, 9 de septiembre de 2011

Tomates secos



En todo el Mediterráneo se ha usado el sol para la conservación de los alimentos por deshidratación pero en España parece que lo teníamos un poco olvidado. Han tenido que llegar los italianos para recordarlo. De hecho, teniendo aquí zonas donde siempre se ha secado el tomate, los más conocidos en el mercado son italianos.

Todos los que tengamos una simple terraza soleada podemos hacerlo. También se puede intentar en la ventana aunque tenerla abierta en momentos de pleno sol no es lo que más apetece. También se puede hacer en el horno a baja temperatura pero creo que el gasto eléctrico no compensa.

Una fácil manera de aprovechar un exceso momentáneo de tomates aparte del consabido gazpacho y conserva de tomate. Hoy los he partido un poco más finos pues el calor ya no es de agosto.

Los usos del tomate seco son infinitos: sopas, arroces, ensaladas, guarnición, aperitivos...

Tomates, sal y sol por supuesto.

Partir los tomates a rodajas de unos 5 mm. Añadir sal y dejarlos escurrir.





Colocar bien extendidos si es posible sobre una rejilla ( otro método es papel de horno un poco engrasado) y esta sobre una bandeja para facilitar el transporte.







Exponerlo al sol todo el día( cuidado con las palomas, parásitas de las ciudades), darle la vuelta al llegar la noche. En lugares húmedos guardar, en casa por la noche. Sacarlos otra vez al día siguiente y repetir la operación hasta que estén completamente secos.


Yo antes de guardarlos los meto un poco al microondas para terminarlos de secar y evitar presencias indeseadas de hongos y mohos. Guardarlos en una bolsa de papel o lata con tapa, ayuda a que se conserven mejor.



Si nos gusta, otra manera de conservarlos es meterlos un poco apretados en un bote de cristal y llenarlo con aceite, de oliva por supuesto. Están muy buenos y el aceite se puede usar con excelentes resultados en ensaladas y guisos.

domingo, 4 de septiembre de 2011

sopa de melón y espárragos



Lo que tiene el verano es que compartes casa con familia y amigos. En los distintos pases por la cocina de casi todos, siempre aprendes algo. En este caso fué M ª José la que nos obsequió con una mágnifica sopa fría, de poco trabajo y rápida de hacer, que nos gustó a todos.

Ingredientes fáciles de conseguir, casi de despensa en verano y se puede hacer tanto en el último momento para una improvisación, como por la mañanita temprano para que esté bien frío. Si lo queréis congelar tiene que ser antes de añadir el yogur y batir otra vez en el momento de servir.

El sabor dependerá un poco de la suerte que tengamos con el melón. Los muy dulces son los que menos me gustan para este plato y si nos sale uno un poco verde será una buena manera de aprovecharlo. Parece mucho melón, 1 kg, para dos pero yo es lo que he usado. El aceite y vinagre se puede modificar a gusto.

1 kilo de melón, 1 lata de espárragos blancos de 150 gr (escurrido), 1 yogur ( a ser posible de los cremosos), 2 lonchas de crujiente de jamón, 2 cucharadas de aceite, 1 de vinagre, sal.

Abrir la lata de espárragos y dejarla escurrir. Limpiar el melón de pepitas y corteza. Partir los espárragos a trozos pequeños para evitar que las fibras se enreden en la cuchilla de la batidora.



Poner en un recipiente hondo si usamos batidora de varilla, todos los ingredientes excepto el jamón. Batir con intensidad hasta que sea una crema. Meter en la nevera hasta su consumo.

Hacer el crujiente de jamón, trocearlo y servir sobre el plato de sopa.





viernes, 2 de septiembre de 2011

Crujiente de jamón



Cuando vemos en la carta de un restaurante "con crujiente de jamón", nos imaginamos algo sofisticado. Hay que desmontar mitos.

La cantidad depende de para que lo vayamos a usar. Si es para esparcir por encima de una crema con una loncha pequeña por persona será bastante. Si es para guarnición, a nuestro gusto. Sirve igual para platos fríos y calientes.

2 lonchas finas de jamón serrano que no esté muy curado.

Colocar las lonchas de jamón en un papel de cocina en una sola capa. Poner otro papel encima presionando un poco para que se ajuste al jamón.



Meter al microondas ( y aquí está el problema) primero 30 segundos a potencia media y luego ir probando tiempos más cortos hasta que quede crujiente. Como digo siempre, ni todos lo microondas son iguales, ni metemos siempre la misma cantidad, ni el alimento está siempre con la misma humedad, clave para el microondas.



Tiene que quedar como dice su nombre crujiente, que se parta casi solo. Cuidado pues también puede quemase.

Sirve tanto de acompañamiento para cremas ( crema de puerros, espárragos, calabacín o calabaza, setas, ensaladas , revueltos y otros muchos platos, como complementar tapas o montaditos.