Las alcachofas es una verdura de regular aceptación. Estamos los verdaderos entusiastas y los que la odian. Yo creo que si la pruebas de buena calidad y con mentalidad abierta, es imposible que no te guste. Probad las de la ribera del Ebro, desechad las de hoja punteaguda que casi pinchan y luego ya podréis decidir.
En este plato las alcachofas no son el elemento principal, pero le dan al conjunto un toque diferente. En caso de que no os apetezca intentar el sabor de la alcachofa, podéis sustituirla por berenjena o por calabacín. Si queréis cambiar el plato del todo, en lugar de gambas, utilizad calamares encebollados. Podéis hacer combinaciones de cuatro elementos tomados de dos en dos. En la cocina no hay nada fijo, todo se puede cambiar.
Las gambas, se pueden sustituir por langostinos aunque estos son menos sabrosos. como ventaja, son más baratos y cuesta menos tiempo pelarlos, pues últimamente la gamba arrocera ( la más barata) es tan pequeña que se tarda mucho en pelarla.
Las placas de lasaña, existen precocidas y normales. Si tenéis tiempo, comprar las normales, las precocidas son más gruesas y, yo al menos, no he encontrado una marca agradable.
8 placas de lasaña, 350 gr de gambas, 3 alcachofas, 1 cucharada de harina, 500 ml de leche, aceite y sal.
Lavar las gambas y pelarlas guardando las cáscaras para hacer un caldo con ellas. Limpiar las alcachofas, partirlas a rodajas finas y sumergirlas en un recipiente con agua y un poco de vinagre hasta su uso. Poner una olla grande con agua a fuego fuerte y tapada, cuando hierva, echar una a una depositandolas horinzontalmente en la superficie del agua, dejad un par de segundos entre placa y placa de lasaña, cocer 10 minutos o seguir las instrucciones del paquete ( yo le suelo restar 2 minutos pues en el horno sigue cociendo). Si no tenéis olla grande, cocerlas en dos veces y en lugar de escurrir el agua, sacar las placas con una espumadera. Sumergirlas en un recipiente amplio con agua fría hasta su uso.
Con la leche y la harina hacer una besamel muy clara ( espesará en el horno), para este plato elijo el modo "papilla", incorporando el caldo de cabezas de gambas.
Sacar las alcachofas del agua y escurrirlas muy bien poniéndolas boca abajo. En una sartén, poner dos cucharadas de aceite y saltear las gambas a fuego vivo 1 minuto, justo que cambien de color, sacar a un plato y reservar. Hacer las alcachofas a la plancha en la misma sartén que las gambas, a fuego vivo, hacedlo en tandas para que la sartén se mantenga muy caliente. Las alcachofas requieren añadir aceite frecuentemente.
Una vez que tenemos todo preparado, hay que montar la lasaña. En un recipiente de horno, a ser posible cuadrado o rectangular, echar unas gotas de aceite y extenderlo con los dedos para engrasar el recipiente. Encender el horno a 150º.
Sacar las placas del agua y secarlas con un paño limpio. Colocar dos placas de lasaña cubriendo el fondo, colocar la mitad de las gambas, y otra capa de lasaña, procurando que la unión de las placas anteriores no coincida con esta unión. Extender la mitad de las alcachofas y cubrir con otra capa de pasta continuando esta pauta hasta acabar con todo el material.
Cubrir con la besamel de gambas y meter al horno a intensidad media ( unos 150º) 20 minutos.
Este plato se puede congelar una vez terminado por raciones y si queremos hacerlo con antelación es mejor antes de hornearlo, teniendo en cuenta que es conveniente hacer la besamel mas clara pues con el tiempo espesa.
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