Hay varias maneras de hacer los pimientos, muy laboriosas y menos laboriosas. Además cuanto más simple, menos posibilidad de fracaso. Si rebozamos los pimientos, es una maniobra complicada ( además añadimos energía a montón) y para mi gusto, no me aporta algo muy especial.
Para el relleno, podemos aprovechar todo tipo de sobras o bien tener antojo de un relleno especial y hacerlo exprofeso.
Los pimientos rellenos para dos es un tiempo asequible, si es para mucha gente hay que pensarlo un poco. El único inconveniente es que para poca gente hay que abrir una lata y nos sobraran pero la suerte es que congelan muy bien y tendremos un plato especial preparado para otro día.
Otro problema es que cuando probéis los vuestros ya no os gustarán las latas de pimientos que venden ya rellenos.
1 lata de pimientos enteros especiales para rellenar, 50 gr de harina , 600 ml aprox de leche, 1 cebolla, 200 ml de vino blanco, ajo, aceite, sal. Relleno a elegir:
300 gr de gambas peladas por vosotros guardando las cáscaras o 250 gr de cualquier pescado blanco (fresco o congelado) o 250 de carne picada. Tanto la carne como el pescado se puede sustituir por el resto de cualquier guiso.
Abrir la lata de pimientos y dejar escurrir muy bien. Pelar y partir el ajo y la cebolla muy pequeña. En una sartén, poner 3 cucharadas de aceite, sofreír la cebolla y el ajo unos 10 minutos. Añadir la carne o el pescado y dar unas vueltas cortando con la punta de la pala los trozos que sean grandes, retirar a un plato, escurriendo el aceite sobrante ( que debe de ser mínimo) . En la misma sartén añadir 2 cucharadas rasas de harina y una cucharada de aceite, dar unas vueltas para mezclar todo muy bien. Añadir la leche poco a poco para formar la salsa hasta que tenga un espesor medio ( un poco menos denso que croquetas). Añadir lo reservado y mantener al fuego 3 minutos.
Como yo procuro no manipular demasiado la comida, cojo un pimiento, lo apoyo en un plato y con la mano izquierda lo abro cogiendo uno sus lados, con la derecha, cojo una cucharilla de relleno y lo meto, así hasta terminar la lata. Los coloco en una fuente de horno ordenados y para aprovechar más el sitio, encajo la base triangular con la punta del siguiente, si dejas un pequeño espacio entre ellos facilita que no se rompan en el momento de servir. Si quieres congerlar una parte sin terminar, ponerlos en una superficie plana, separados unos de otros y una vez congelados, se guardan en una bolsa de plástico bien cerrada.
Si has usado gambas, haz un caldo con las cáscaras y cuélalo. En la misma sartén pon 1 cucharada de aceite y la harina sobrante ( 1 cucharilla aprox), da unas vueltas a fuego suave y añade el vino blanco o el caldo de gambas poco a poco para hacer una salsa ligera. Verter sobre los pimientos. Si vas a congelar algunos completamente terminados, este es el momento, también si los haces con antelación, mételos ahora a la nevera. Hornear unos 15 minutos a 150º. Si para ahorrar energía no quieres precalentar el horno, ponlos en el horno a la vez que lo conectas y necesitarás 25 minutos.
Si los haces de pescado, la salsa exterior puede ser salsa de tinta, me parece una mezcla extraordinaria. Se hace como calamares en su tinta pero sin calamares.
Queda inaugurado el blog con fotos cuando sea posible.
Esta presentación la suelo hacer con tiras de calabacín con piel y hojas de menta sobre salsa besamel ligera. Pero como hoy no tenía calabacín ni los pimientos iban sobre besamel, lo he decorado con lo que tenía a mano. Si hubiera puesto la salsa que es de color tostado, la foto hubiera quedado más fea y ya que mi arte no es mucho no lo estropearemos más.
Otra foto añadida con posteridad. Esta vez los pimientos van rellenos de merluza con salsa de setas.
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