Cocer las patatas, pelarlas y machacarlas en el pasa purés. Añadir las yemas y la sal. Batir las claras a punto de nieve e incorporarlas con movimientos suaves. Calentar aceite en una sartén honda, a fuego fuerte al principio . Coger una cucharilla colmada ( o el tamaño que nos guste) y dejar resbalar el contenido a la sartén, empujándolo con otra cuchara. Freír justo hasta que se dore, normalmente hay que bajar un poco el fuego, se queman enseguida. Colocar en papel absorbente y servir inmediatamente. Cuesta muy poco freírlos pues no hay que formarlos a cucharadas se corre mucho.
La claras hay que incorporarlas poco a poco para que la masa tenga el punto justo de espesor, tiene que mantenerse justo en la cuchara, sin resbalarse pero sin que sea maseta. La cuchara, hay que acercarla al aceite para evitar salpicaduras, las posibilidades de proyectiles son mucho mayores si las hacemos saltar de un trampolín. Si está muy líquida se puede añadir un poco de harina o puré de patata de sobre. Es buena idea probar a freír una cucharada y decidir si está claro o espeso.
En una prisa, podemos hacerlos con puré de patata de sobre y entonces tendremos que tener mas cuidado con el espesor. Mis preferidos son con jamón y/o queso
También se puede hacer con la patata rallada en crudo friéndolos mas tiempo.
2 comentarios:
Hola,
Ahora mismo estoy a dieta pero ya me he apuntado unas cuantas para celebrar el fin del calvario. El camembert al horno debe estar de muerte.
Hasta pronto. Sigo leyendo.
No lo dudes, untando con rebanaditas de pan tostado.....
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