miércoles, 27 de febrero de 2008

Masa quebrada



A mucha gente el oír la palabra masa le suena a difícil, sin embargo el mayor problema es perder el miedo. Se puede comprar congelada o refrigerada, pero ninguna de las marcas que he probado me gusta. Yo compro el hojaldre congelado pues es muy laborioso y cuesta mucho tiempo hacerlo, pero la masa quebrada son 15 minutos y la diferencia es notable. Cuesta más explicarlo que hacerlo.

Hay dos modalidades la masa quebrada, normal y la plegada, que queda más crujiente. No es más difícil, simplemente unos pliegues más. Últimamente yo hago siempre la plegada pero si tengo prisa con la normal queda bien. las dos sirven para cualquier relleno.

Es muy importante no tocar demasiado la masa pues le transmitiremos calor con nuestras manos, la mantequilla fundirá en lugar de mezclarse y cuando la intentemos mover se romperá.

Esta masa sirve tanto para dulce como para salado y cualquier tipo de relleno, pondré varios ejemplos y vuestra imaginación y buen hacer tienen que hacer el resto. También se puede usar para tartaletas.



Es muy importante no tocar demasiado la masa pues le transmitiremos calor con nuestras manos, la mantequilla fundirá en lugar de mezclarse y cuando la intentemos mover se romperá.

Si usáis los moldes de silicona, que son comodísimos, hay que colocar el molde encima de la parrilla de horno antes poner la masa pero sobre todo después de hornear antes de poner el relleno. Los moldes son flexibles y la masa cocida soporta mal el movimiento. También son cómodos los desmontables como el de la foto.

200 gr de harina, 80 gr de mantequilla, 1 punta de cucharilla de sal, agua muy fría. Un molde de unos 28-30 cm de diámetro y 3-4 cm de altura.

Sacar la mantequilla de la nevera, partirla a trozos pequeños. En un recipiente hondo poner la harina y la sal, mezclar muy bien. Añadir los trozos de mantequilla y con un tenedor chafarla para integrarla en la harina. Tiene que quedar como granulada.

Si con un tenedor no avanzamos, podemos usar los dedos (SOLO LOS DEDOS), aplastando la mantequilla con harina. Cuando veamos que no hay trozos grandes de mantequilla, añadir el agua a cucharadas mezclando bien después de cada adición. Añadiremos agua hasta que consigamos que la masa se justo se mantenga unida, si nos pasamos la masa se pegará a las manos y tendremos que añadir harina. No conviene amasarla en exceso. Darle forma de bola, cubrir y guardar en la nevera mientras preparamos el relleno. Si tenemos prisa no hace falta que repose pero si conviene enfriarla un poco. Engrasar bien un molde con aceite.



Espolvorear la encimera con harina, poner la masa, aplastarla un poco con la mano. Pasar el rodillo en todas las direcciones hasta llegar a un tamaño aproximado de 40x20, tratando de conseguir un grosor uniforme . Si queremos la masa sencilla, ya está preparada para colocar en el molde bien engrasado. Saltaremos el párrafo siguiente y colocaremos la masa según se explica a continuación.

Masa doblada: una vez que tenemos la lámina, la plegaremos en tres capas ( como quien pliega una tela). Giraremos la masa 90º, espolvoreamos otra vez con harina la superficie y volveremos a pasar el rodillo para obtener otra lámina similar a la anterior. Plegaremos otra vez asegurándonos que el pliegue es en sentido contrario al primero, y volveremos a estirar, esta vez dando a la lámina, un tamaño un poco mayor que el molde.



Encender el horno a 175º C, si tenéis, en posición ventilador. Con cuidado, doblaremos la masa en dos y la colocaremos en una mitad del molde apoyando bien en el fondo y las esquinas, desplegamos y cubrimos la otra mitad. Tiene que quedar holgada para poder ajustarla a la base sin que se rompa. Con los dedos, presionamos la masa y ajustamos a la superficie del molde teniendo más cuidado en el perímetro del fondo. Procuraremos que no queden burbujas de aire. En el borde superior, cortamos lo que sobre sin ajustar demasiado, es mejor que monte un poco en la pared para que no se caigan las paredes en el horno. Pinchar con un tenedor el fondo de la masa para que puedan salir las burbujas de aire y poner encima un puñado de garbanzos crudos o judías secas ( sirve cualquier cosa que pese y se pueda meter al horno yo he usado hasta piedras pequeñas lavadas). poner el molde en el centro del horno y cocer 20 minutos.

Ya está lista para cualquier relleno. Estas fotos las hice hace unos días, la próxima vez que la haga, haré más fotos de pasos intermedios, pues al redactarla, me he dado cuenta, que algunas imágenes pueden aclarar algunos puntos difíciles de expresar.

También os iré dando rellenos dulces y salados.


martes, 26 de febrero de 2008

Coliflor, recetas básicas

Coliflor, otra de las verduras "amadas". No hay nada nuevo que comentar distinto a la col, con paciencia todo llega a gustar. Tiene el mismo problema que la col, las venden por unidades y es mucha cantidad para muchos de vosotros pero también tiene la misma solución: congelador.

Tiene de ventaja que no da trabajo de limpieza y se cuece muy rápido. Además las flores tiernas se pueden comer crudas mojándolas en aliños y su sabor queda suavizado.

El tiempo depende de como la terminemos, salvo rebozada, es rápido.

1 coliflor. Opcional 1 patata, aceite y 4 ajos.

En un puchero de fondo grueso de tamaño un poco más grande que la coliflor, poner 3 cm de agua con una cucharilla de sal. Cortar el tallo grueso que une las principales inflorescencias. Las puedes separar o bien cocer entera ( así se hace al vapor). yo la cuezo en olla normal para no pasarme, me gusta que quede un poco tersa. El tiempo de cocción suele ser unos 12-15 minutos, cuando la pinches y te guste, entonces. Yo pongo el reloj a los 12 minutos y decido.
Ya esta dispuesta a los diversos tratamientos.

- Con aceite de oliva virgen extra, no es capricho lo del virgen extra.
- Con sofrito de ajo. Opción: jamón y/o panceta.
- Besamel ( el modo papilla es más simple y aquí va bien). Ponerla en una fuente de horno, cubrirla con la besamel y gratinar al horno espolvoreada con queso.
- Si tienes más tiempo y la quieres introducir para algún reticente a las coles, la puedes hacer rebozada. En este caso, hay que cocerla un poco menos que si la fuéramos a comer sola. Pasarla por harina y huevo ( u otra masa de fritura) y freírla en una sartén profunda.
- las salsa para mojar la coliflor cruda las pondré en otra entrada pues son comunes a muchos vegetales.

jueves, 21 de febrero de 2008

Col de hoja

La col de hoja, verdura odiada por los niños y algunos no tan niños. Yo creo que el olor repele, con lo cual muchos ni se deciden a probarla y si se ven "obligados" a probarla, lo hacen con rechazo. Algunos con los años cambian de opinión y de protestar al entrar en casa si olía a col, ahora hasta la reclaman. Además, el olor es debido a los componentes de azufre, que son particulares de esta familia de verduras y muy beneficiosos para la salud. Se dice que, para minimizar el olor, hay cocerla con harina con hinojo o con vinagre. Yo cierro las puertas de la cocina y pongo la campana; es comida y a mi no me irrita la nariz como otros ambientadores o perfumes carísimos, este al menos es barato y nutritivo.

La col es algo que se compra por unidades y el tamaño habitual da de comer a unas 5-6 personas pero tiene la ventaja que se conserva muy bien en la nevera varios días en el cajón de las verduras. Otra opción es hervirla toda y congelar la parte no usada para otro día. También es un buen recurso para lo sobrante mezclarlo al día siguiente con legumbre ( la que más me gusta es judías blancas) que si es de bote tenemos la comida lista en 10 minutos.

El agua de las verduras se puede aprovechar si vamos a hacer algún tipo de sopa o legumbre, si no realmente no vale la pena a no ser que tengamos congelador muy grande y lo guardemos congelado. Se puede congelar en brics de leche o en botellas de agua, es lo más cómodo.

1/3 de col, 1 patata mediana, 3 ajos, aceite y sal. Opcional, jamón graso o panceta.

Poner a hervir unos 5 cm de altura de agua en un puchero mediano con una cucharilla de sal. Pelar la patata y añadirla al agua. Quitar las hojas exteriores de la col, partirla en tres. Guardar los 2/3 y quitar las nerviaturas más gruesas del tercio restante, partir a tiras y despues a cuadros del tamaño que nos guste ( para eso hay diversos gustos). Cuando empiece a hervir, añadir la col, aplastar un poco las hojas (quedaran un poco por encima del nivel de agua pero ya bajaran). Cocer 10 minutos de reloj y escurrir. Si hemos cocido toda la col y queremos congelar una parte, lo haremos una vez escurrida bien empaquetada.

Si tenemos prisa, mientras se cuece, doraremos los ajos en una sartén grande, con unas dos cucharadas de aceite, añadimos el jamón o panceta si nos gusta/tenemos. Añadiremos la col escurrida y servir. Si no tenemos prisa, esperaremos a cocer la col y haremos el sofrito en el mismo puchero y así nos ahorramos un cacharro de fregar.

Esta es una manera muy sencilla pero es la que más me gusta. También admite pimentón como casi todas las verduras.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Merengue casero

Esto se hacía en mi casa cuando se habían empleado las yemas en algún plato y sobraban claras. Era el postre festivo de la cena y además sorpresa pues era algo inesperado, no hacía falta celebrar nada para tenerlo.

Tanto el número de claras como la cantidad de azúcar es variable. El número de claras depende de las que tengamos sobrantes y el azúcar de nuestro gusto, aunque los no "dulces" hemos de tener en cuenta que estamos haciendo repostería y echar más azúcar de la que quisiéramos.

La velocidad de la batidora viene indicada en las instrucciones especificas de ella. No doy números pues cada una es distinta. De modo orientativo una posición menos que la máxima.

Claras de huevo, 3 cucharadas de azúcar molido por clara.

Leer despacio la entrada claras a punto de nieve. Si tenéis batidora es cuestión de segundos si no de minutos y algo de cansancio de brazo. Encender el horno a 100º C.

Poner las claras en un bol profundo con una punta de sal. Batir, bien con batidora, bien a mano hasta que estén muy firmes. Añadir el azúcar glas ( molida) reservando 1 cucharilla, en el último momento mezclándola con movimientos envolventes. Llenar sobresaliendo, moldes de papel rizado del tamaño que nos guste y espolvorear los merengues con el azúcar glas reservado. Meter al horno 45 minutos. Sin abrir la puerta, subir la temperatura a 125º y hornear 15 minutos más, apagar el horno. Los podemos dejar en el horno caliente para que se terminen de secar. No tienen que quedar completamente duros sino con una costra externa y por dentro cremosos.

Hay otra versión que consiste en poner dos cucharadas de claras batidas en una trozo de papel y meterlo al horno a 175 º hasta que se dore la superficie, así queda la capa dorada y el interior blando. Esta versión requiere menos azúcar y es más rápida pero no se parece al merengue de pastelería.

Los merengues pasteleros, a veces, añaden el azúcar en forma de almíbar, pero no sé si vale la pena complicar la receta y así salen buenos.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Judías verdes básicas

Viene la primavera. Antes era el tiempo estrella de las verduras, ahora sigue siendo con la diferencia de tener estas verduras todo el año a tenerlas de manera estacional aunque de diferente calidad y sanidad. No es lo mismo crecer en la tierra que en invernaderos en los que todo, lo bueno y lo malo, se reproduce mejor y los métodos empleados para que lo malo no se reproduzca. Pienso que algo hay que utilizar (un poco evita otros problemas) pero no las cantidades que se usan.

He ido poniendo recetas que yo hago de manera habitual pero pensaba que las verduras era algo tan sencillo que no valía la pena. Después he comprobado que veo tal desastre de verduras que vale la pena dar algunas ideas para mejorar su tratamiento y acompañamiento para tratar de hacerlas distintas. Las verduras han de ser plato habitual en cualquier mesa.

Hoy le toca a las judías verdes. La cantidad la doy orientativa, pues depende mucho de la cantidad de patata y de nuestra capacidad estomacal. Hemos de tener en cuenta que se digieren rápido y hemos de quedar satisfechos.

La receta es la básica, luego pongo los acompañamientos. El tiempo de cocción depende un poco de la olla o puchero. cada uno conoce la suya y los puede adaptar. Yo las judías si que las cuezo en la olla, las otras verdura no, se cuecen demasiado y a pesar que mido el tiempo con reloj avisador es muy fácil que se pasen.


400 gr de judías verdes, 1 patata mediana,, sal

Las judías verdes yo las lavo en la misma bolsa, es cómodo y mancho un cacharro menos, también se gasta menos agua.. Abrir la bolsa y meterla debajo del grifo, moverla y ya podemos cerrar el grifo. Con un cuchillo pinchar varias veces el fondo y así las escurro.


Quitar las puntas y partir a trozos del tamaño que nos guste pues en eso también hay costumbres, yo si son para comer solas, tamaño mediano, si son para mezclar con otra verdura, pequeños. Si queréis, esto se puede hacer con tiempo guardando las judías en la nevera, y en el momento, continuar el proceso.

En una olla a presión de tamaño proporcional a la cantidad de verdura, poner cuatro cm de agua con una cucharilla de sal a hervir a fuego fuerte. Mientras, pelar y partir la patata y echarla al agua. Cuando hierva el agua, añadir las judías verdes, cerrar la olla y contar 5 minutos. Pasados estos 5 minutos, apagar el fuego y poner la olla en la fregadera, abrir el grifo un chorrito fino para enfriar poco a poco. Una vez que la válvula está abajo ( SEGURO¡¡¡) abrir la olla y escurrir las judías. Esto hay que hacerlo pronto para que las judías conserven el color verde brillante. Si tenéis proyecto de hacer caldo, podéis guardar el agua o bien congelarla. Ya están dispuestas para comer solo con un chorrito de aceite. Si no tenéis olla a presión hay que cocer 15-20 minutos, el resto igual.

Arreglos:
- Machacar un diente de ajo pequeño y mezclar con tres cuharadas de aceite y añadir a las judías.
- En una sartén grande, poner tres cucharadas de aceite a fuego suave, añadir tres ajos partidos, dorar y añadir las judías, dar unas vueltas y servir. Aquí podemos añadir un poco de salsa de tomate o tomate crudo cortado a dados.
- A la vez que ponemos el agua a hervir, sofreír 1/2 cebolla y/o medio calabacín. Mezclar con las judías ya cocidas. También se pueden cocer a la vez que las judías para una versión ligera.
- Con ajo frito y jamón o panceta.
- A cualquiera de estas versiones podemos añadir pimentón.
- Con mayonesa con o sin ajo, en frío.

viernes, 8 de febrero de 2008

Pimientos de piquillo salteados

Esto no se si vale un entrada pero yo los hago muchas veces y los sugiero como acompañamiento. Como explicarlo todas las veces es inútil, pongo esta nota para usar la maravillosa herramienta que son los vínculos.

Es algo que no consume tiempo de cocina pues se hacen solos en el fuego de al lado donde se hace el plato del día. El único inconvenientes que hay que abrir una lata y vienen muchos pimientos, para dos personas da pereza. Podemos usar también otro tipo de pimientos, que sí venden en latas más pequeñas aceptando la diferencia de sabores según el tipo de pimiento. No hace falta que sean enteros, pueden ser a tiras, lo cual reduce el precio. Si os gusta una marca apuntarla pues con el mismo producto hay de todo. Si usamos piquillos es un plato caro, si usamos tiras o morrones barato.

Yo hago conserva de pimiento y tengo diversos tamaños desde casi individuales hasta 6 personas. Es más fácil de lo que parece y le dedicamos un día que aprovechamos para conversaciones familiares alrededor de la mesa de la cocina. Los conservo esterilizados o congelados.

1 bote de pimientos, 1 ajo, 1 cucharilla rasa de azúcar, 1 cucharada de aceite, sal.

En una sartén muy amplia de fondo grueso, poner el aceite y el ajo pelado y partido a fuego medio, añadir el bote de pimiento antes de que el ajo se dore, extenderlos bien por toda la sartén y después de 1 minuto añadir el azúcar espolvoreado. 1 minuto más y darles la vuelta. No tiene que quedar líquido, si hay mucho el pimiento quedará cocido, regularemos pues, el fuego en función del líquido. Si son piquillos en dos minutos estarán listos, si son morrones cuando estén blandos. Añadir la sal y servir.

Si nos sobran los podemos congelar ya cocinados.

jueves, 7 de febrero de 2008

Pechugas de pollo rellenas

Seguimos dando ideas para los "acalóricos". En general estas recetas son buenas para todos, sean acalóricos o no, a todos nos viene bien rebajar la ingesta de grasa.

Lo haremos mas ligero modificando un poco el aceite añadido. Las pechugas quedarán más jugosas si las ponemos, al menos 30 minutos, a remojo en leche. Escurriremos muy bien antes de cocinarlas.

Esto por supuesto se puede hacer con pechuga de pavo, con menos grasa todavía.

300 gr de pechuga de pollo en filetes finos grandes o bien una pechuga abierta, 1 manzana, 200 gr de champiñones, 1 ajo, aceite y sal. Opcional 1 cucharilla de harina, 4 cucharadas de vino blanco.

Limpiar los champiñones y partirlos a trozos pequeños. Pelar y partir la manzana a trozos pequeños. En una sartén de fondo grueso, poner 1 cucharada de aceite y saltear los champiñones a fuego vivo unos 2 minutos. Añadir la manzana y dar unas vueltas. Para ligar, podemos añadir 1 cucharilla de harina y unas cucharadas de vino blanco pero no es necesario. Retirar del fuego. Extender la pechuga o los filetes y colocar el relleno. Si son filetes formar un rollo y cerrar con un palillo, si es la pechuga entera la enrollamos dándole otra vez su forma procurando que quede lo más cilíndrica posible variando la cantidad de relleno en cada sitio. El último pico de la pechuga, lo meteremos para dentro pues no da de si para rellenar.

Ahora tenemos varias opciones. La podemos saltear en la sartén unos 4 minutos dando vueltas o bien meter al horno fuerte ( solo lo recomiendo si es la pechuga entera).

Si hemos usado una pechuga entera la podemos servir cortada a filetes de manera que nos quedara como unos filetes redondos.

La podemos servir con cebolla caramelizada, salsa de almendras, pimientos rojos o lechuga y por supuesto podemos congelar lo que nos sobre, mejor con salsa.

Merluza al vapor sobre setas

Como hasta ahora no he tenido demasiado en cuenta a los "calóricos" las próximas entradas van dedicadas a ellos.

Esta merluza se puede hacer con todas las modificaciones que se os ocurran, la primer puede ser que no sea merluza sino cualquier otro pescado. La segunda podemos cambiar el tipo de seta y os daréis cuenta que cambia totalmente el sabor. Puede ser pescado congelado o freso dependiendo de nuestro presupuesto y disponibilidad. Queda mejor con pescados de carne firme ( panga, lubina, dorada, bacalo fresco......) y por supuesto, cocinado en su punto, si nos pasamos el pescado no será jugoso.

400 gr de lomos de merluza, 100 gr de champiñones, 1/2 cebolla, aceite y sal. A elegir un yogur natural o 4 cucharadas de vino blanco.

Limpiar los champiñones y cortarlos a láminas. Pelar y partir la cebolla a tiras muy finas. En una sartén amplia de fondo grueso, poner una cucharada de aceite y saltear la cebolla a fuego rápido moviéndola continuamente, retirarla a un plato y en la misma sartén formar una capa con los champiñones, rociar con otra cucharada de aceite y colocar encima la cebolla. disponer la merluza e cubriendo la cebolla. Tapar, bajar el fuego y cocer 5 minutos, aunque el tiempo depende mucho del grosor del pescado. Si añadimos vino blanco, será a la vez que el pescado. Si añadimos yogur, 2 minutos antes de terminar, justo para que se temple. También podemos añadir solo o además un poco de salsa de soja. Si usáis soja cuidado con la sal.

Recetas para dieta, nueva etiqueta

El concepto de dieta es muy ambiguo, las distintas teorías ( algunas peligrosas para la salud sobre todo si se siguen durante un tiempo) hacen que yo, profana, pero con sentido común, no me atreva a dar métodos. Lo único que voy a hacer, debido a las "presiones" recibidas es poner una etiqueta "bajo en calorías". Cada uno que lo aplique como quiera. el que quiera oir chorradas que compre revistas de adelgace en 7 días.
Para alegrar un poco los platos tradicionales bajos en calorías, hay algunas ideas:
- sustituir la besamel y/o nata líquida por yogur natural.
- Usar yogur con un ajo machacado como aliño de ensalada.
- los vegetales asados enteros requieren muy poca grasa y sacian mucho.
- las legumbres pueden hacerse sin grasa, son saciantes y la sensación de hambre tarda en aparecer.
- los cereales integrales son de digestión más lenta.

Pero sobre todo el mejor método es cambiar de hábitos. Yo tengo la teoría que cuando comes algo que te gusta disfrutálo, si es por nervios, por aburrimiento o por picotear déjalo. Esto para siempre, poco a poco te dará resultado. Yo les llamo calorías disfrutadas y calorías sin satisfacción.

Yo nunca he hecho dieta y por lo tanto hablo desde la barrera pero lo que si hago es no comer si no me apetece de verdad y cuidar las grasas. Con el disfrute a lo largo de todos los años algo he acumulado pero lo llevo con dignidad, unicamente trato de controlarlo.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Mousse de chocolate

Este es el postre estrella con el que se estrenan los novatos, resultado agradable y seguro.

Pongo las cantidades en gramos, pero si no tenéis peso en la cocina ( yo no tengo) es muy fácil calcular los equivalentes. Si la tableta de chocolate está entera, miráis cuanto pesa y contáis el número de porciones en las que está dividida, sabiendo cuanto pesa cada porción podréis calcular cuantas necesitáis.

Es muy útil tener una batidora de varillas para montar las claras y batir las yemas. Si no la tienes, dale al brazo que harás músculo.

125 gr de chocolate negro, 3 cucharadas de agua, 4 huevos, 3 cucharadas de azúcar polvo, 50 gr mantequilla,una pizca de sal.

En un recipiente hondo poner el chocolate partido a trozos con las tres cucharadas de agua, poner a fuego muy suave o a baño María dando vueltas, no tiene que hervir ( se puede hacer al microondas a potencia media). Una vez fundido, añadir la mantequilla cortada a trozos y mezclar. Enfríar.

Separar las claras de las yemas, poniendo estas en un recipiente hondo y las claras en uno apropiado para montarlas. Si vas a usar la batidora, bate primero las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Ahora hay que batir muy bien las yemas con el azúcar hasta que tomen un color casi blanco, mezclar el chocolate que ya estará frío. Si sigues este orden, no hace falta limpiar las varillas. Ahora, añadir despacio, con movimientos envolventes las claras batidas hasta que tengamos un color uniforme.

Las podemos enfríar en recipientes individuales (quedan mejor) o en uno grande. Meter en la nevera al menos 1 hora y servir tal cual o con nata.

sábado, 2 de febrero de 2008

Ensalada de pasta y olivas negras

Con esto del cambio climático, estamos teniendo un invierno de poca comida de cuchara, casi ya apetece ensalada. Y eso que a principio de temporada yo dije que o que más me gustaba del invierno era la comida de puchero.

Esta es una ensalada de las que llenan el buche ( estómago) a los más hambrientos, las de hojas me dicen que por la tarde tienen hambre demasiado pronto. Es fácil de transportar, para los de la fiambrera diaria.

Aquí podéis añadir todo lo que veais, sobras de pollo asado, hojas de lechuga en juliana, si lo vais a comer en el momento si no quedan mustias, y lo que vuestra nevera os cante.

150 gr de pasta corta a gusto queda muy bien con lazos, 1 pimiento verde, 4 cucharadas de olivas negras, 1 tomate, aceite sal y orégano, si te gusta también tomillo. Si va a ser plato único, atún y huevo duro.

En un puchero poner a hervir 2 litros de agua. Cuando hierva añadir la pasta y cocer 8 minutos ( poner el reloj avisador para que no se olvide). Mientras tanto, partir el pimiento a tiras muy finas, juliana, y el tomate a dados, poner con las olivas en un bol grande. Aliñar con aceite, sal y las hierbas. Cuando suene el reloj, escurrir la pasta y dejarla enfríar hasta que esté templada ( los sabores se unen mejor con calor pero no tanto como para que caliente el pimiento y el tomate).

Si vamos a poner huevo, lo lavamos y se puede cocer con la pasta.

viernes, 1 de febrero de 2008

Bonito encebollado

Cuando en un restaurante pido un plato de carne, siempre preguntan tu gusto de cocción, si pido pescado solo una vez, en toda mi vida, me han preguntado. Con esta cultura, la mayoría de las veces el pescado esta demasiado hecho. El atún o el bonito, son pescados que si te pasas de fuego, quedan secos y difíciles de tragar. Solo necesita cambiar el color para estar hecho.

El pescado puede estar cortado a cubos o a filetes, estos no deben de ser demasiado finos y por supuesto sin piel, las espinas las cojo de la pescadería y las añado al guiso pues contribuyen a dar sabor y en la basura, no sirven para nada. Luego al sacarlas a la mesa las quito.


300 gr de atún o bonito, 2 cebollas, 1 hoja de laurel, 100 ml de vino blanco, pimienta, harina, aceite y sal.

Partir el bonito al tamaño elegido. Pelar y partir las cebollas a tiras.

 En una sartén amplia, poner 5 cucharadas de aceite a fuego medio. Poner en un plato harina y pasar los trozos de bonito sacudiendo el exceso para no quemar el aceite. Cuando el aceite esté justo empezando a humear, añadir el bonito.  Si es a filetes, con un minuto por cada lado será suficiente, si los trozos son más gruesos calcular un poco más. Cuando los saquemos de la sartén reservarlos en un puchero o fuente que resista el fuego. Como digo al principio justo que cambie el color.

En la misma sartén y en el mismo aceite que no debería estar muy sucio, sofreír la cebolla a fuego lento con una hoja de laurel. Cuando esté hecha, añadir el vino blanco. Justo en el momento de servir, añadir el bonito y a fuego medio, darle un hervor. De esta manera estará jugoso. Lo podéis servir solo o con un poco de arroz blanco.

Si sobra lo podéis congelar ( teniendo en cuidado al calentar) o bien usar para empanadillas o rellenos.