Verduras a la plancha

Esta ha sido mi comida de hoy, verduras a la plancha que me encantan, mi ración ha sido abundante pues las verduras se digieren rápido y no es cuestión de pasar hambre por la tarde. Se puede poner lo que a cada uno le guste.

La plancha que veis es de hierro fundido, pesa como un muerto pero es estupenda, mucho mejor que la de teflón , mil veces más barata y duradera.





4 rodajas de calabacín, 2 alcachofas, 2 champiñones grandes, cebolla, aceite, sal. Opcional: pimiento rojo y/o verde, espárragos trigueros, rodajas de tomate, berengena, patata, orégano.

Si pones patata, métela al microondas a fuerza 75% 5 minutos. Partirla a rodajas de unos 5 mm de grosor. Pelar la cebolla y partirla a gajos o rodajas.

Limpiar y partir los vegetales que hemos escogido. Poner una plancha de fondo grueso al fuego sin aceite. Dejarla calentar unos minutos.

Poner en la plancha los vegetales en una capa, echar un chorrillo de aceite y mantener el fuego a fuerza media. Vigilar bien los diferentes verduras pues el calabacín se hará enseguida pero la alcachofa tardará más. Darle la vuelta y reservar en un plato. Si tienes que hacer las verduras en varias veces, para que no se enfríen las primeras, enciende el horno a 75º y guárdalas allí mientras haces las otras sartenadas.






Espovolrear con sal gorda y orégano.

Utensilios Básicos

Respondiendo al que me pidió que utensilios considero básicos para una cocina. A él y a todos los que se enfrentan a montar casa.

Lo de utensilios básicos es una idea muy variable. Solo basta pasearte por las cocinas de tus amigos y comprobarás lo diferentemente surtidas que están. Yo tengo una amiga que dice que su cocina es de camping, apenas tiene cacharros. Por contra, yo tengo bastantes, algunos muy útiles, otros que apenas uso y algunos que han ido a la basura.

Últimamente he tenido que surtir de utensilios a las cocinas de los emancipados nuevos y más o menos esto es lo que he comprado. Hemos de tener en cuenta que él todavía no "está montando casa". Pero repito cada uno tiene que adaptar las cosas a sus hábitos. Se supone que es una cocina para dos.

- Pucheros: uno pequeño y uno mediano. Una olla expres de unos 6 litros que puede usarse de puchero grande cuando se necesite. Todo de fondo grueso si se compra de fondo fino se quema la comida. Yo tengo pucheros desde hace un montón de años, vale la pena comprarlos un poco buenos que no quiere decir muy caros. Buscad ofertas, hay buenas ocasiones.

- Sartenes: una de tamaño huevo frito que sea honda par usarla para alguna fritura, una de unos 20 cm y una plancha también de fondo grueso, el calor se reparte mucho mejor.

- Espumadera, cazo, cucharas de madera o teflón. Cuidado con estas últimas si se dejan en la sartén se queman, sobre todo si son baratas porque no son silicona sino plástico normal. Para mi también es importante una espátula de silicona ( amarilla y azul).

- Escurridor de verduras y un colador pequeño, rallador. Sacacorchos, abrelatas y un abre botes tengo poca fuerza en las manos y no siempre tengo alguien al lado para que los abra (el triángulo naranja).

Desde luego una batidora de varilla o de vaso y unos buenos cuchillos uno grande y otro pequeño, sobretodo bien afilados también tengo siempre a mano una barra de afilar para repasarlos. Para la cocina a mi me gustan de filo no de sierra, aunque si hay varios uno de estos también va bien. Unas tijeras de cocina, pelapatatas y un tabla de cortar amplia.


También son importantes una fuente de horno, una honda para ensaladas y abundantes cajas de plástico para guardar y congelar. Si no es para transportar, reuso las de plástico que vienen con algunas compras, para el congelador son muy útiles. En el congelado se aprovecha más el sitio si son cuadradas pero hay que se más meticuloso a la hora de la limpieza pues en las esquinas, a pesar de que las suelen hacer redondeadoas, es más fácil que quede algún resto.

No sé si todo esto será básico para vosotros, yo creo que sí, cada uno que lo complete/elimine como considere. Como os podéis imaginar yo tengo muchos más, el último un escurreverduras plegable que me han regalado para reyes. No suelen gustarme los regalos de "trabajo" pero este es precioso.

Sopa de ajo

Ya que estamos en enero, sumado a la crisis real y psicológica ( hay gente que es insultante que hable de "su crisis") que existe por todo el mundo, vamos con comidas sabrosas y de poco esfuerzo económico aunque yo estoy convencida que en la mayoría de las economías, la alimentación es una parte pequeña del gasto mensual.

La sopa de ajo es un plato de supervivencia, aprovecha todos los posibles restos de alimentos básicos. Por un lado en el caldo cabe de todo, tanto de vegetales como de carne y por otro, como saciante aprovecha los restos de pan que quedan a diario. Por supuesto ya no usamos sebo o grasa animal sino aceite vegetal, cada uno el habitual en su casa.

Se pueden hacer simplemente con agua pero queda mucho mejor con caldo, aunque sea un agua de cocer verduras que podemos tener congelada y en caso de mucho apuro, agua y una pastilla de caldo. Nuestro congelador el el mejor amigo de "nada".

A mi no me gustan las cosas muy espesas ni el pan "remojado" por lo que yo pongo poco pan. De hecho esta entrada es fruto de la experiencia de un lector que miró una receta por Internet en la que decían que para un litro de caldo pusiera 500 gr de pan. La pastura que salió me la puedo imaginar. Pastura llamamos a la comida que antiguamente se hacía en las casas cociendo para los cerdos, con un poco de agua, todos los restos caseros.

Yo calculo 250 ml de caldo y dos rebanadas de barra de barra por persona. Si usamos hogaza calcularemos por el tamaño de esta. El pan se puede freír o tostar. Hay gente que hierve mucho el pan y otros, como yo, muy poco para que no quede demasiado blando.

600 ml de caldo de cualquier clase, unos 40 gr de pan, 3 ajos, aceite y sal. Opcional 20 gr de jamón serrano.

Poner el caldo en un puchero a calentar a fuego suave con un diente de ajo pelado. Pelar y partir los dos ajos restantes. Partir el pan a rebanadas muy finas, si son grandes partirlas en tres o cuatro trozos. Poner 3 cucharadas de aceite en un sartén y dorar los ajos.

Cuando empiecen a tomar color, añadir el pan dándole vueltas para que se impregne de aceite por todas partes y también tome color. Si queremos añadir algún trozo de jamón ahora es el momento. Hasta aquí se puede hacer con antelación. Al añadir la sal, tendremos en cuenta si el caldo ya está salado y la que pueda aportar el jamón.



En el momento de servir, subir el fuego del puchero con el caldo y añadir el pan frito con los ajos. En cuanto vuelva a hervir ya está listo para comer. Si nos gusta el pan blando y cocido, podemos hervir varios minutos.

Hay una versión que llaman sopa castellana en la que el pan hierve rato con el caldo, la sirven en cazuelillas individuales y unos minutos antes de servir añaden un huevo entero o una yema. La yema tiene que mantenerse líquida para romperla en el momento de comer.

Crema de espárragos

Las cremas son un buen recurso cuando tenemos que preparar una comida de improviso o solo con las reservas de la despensa. Con muy poco conseguimos una comida incluso elegante. Y todo a partir de "nada".

Es la misma técnica que para cualquier crema. Si sustituimos los espárragos por puerros tendremos la Vichychoise que dicho así queda muy bien pero espárragos si suele haber en casa y puerros hay que comprarlos en el momento. Por ahora la conserva de puerros no me parece que sea óptima. Hay brics de crema de leche para cocinar que no necesitan refrigeración y son de larga duración, también suelo tener en casa.

Por supuesto que en temporada los podemos hacer con espárragos frescos, verdes o blancos, pero la mayor parte del año los espárragos en conserva nos servirán.

una lata mediana de espárragos verdes o blancos, una patata pequeña, media cebolla, 180 ml crema de leche para cocinar, 200 ml de leche, aceite y sal. Opcional, 25 gr de jamón serrano o panceta.

Cortar las puntas de los espárragos y guardarlas. Cortar los espárragos a trozos pequeños para evitar que las hebras se enreden en las cuchillas de la batidora. En un puchero de fondo grueso, sofreír la cebolla, pelada y partida, con tres cucharadas de aceite, cuando empiece a estar blanda añadir la patata pelada y partida a trozos, dándole unas vueltas para que se impregne. Añadir los espárragos cortados, 200 ml de leche y 200 de agua. Cocer 10 minutos a fuego suficiente para mantener la ebullición.

En el momento de servir, calentar hasta casi ebullición. Añadir la crema de leche y triturar con la batidora.

Servir colocando en el centro del plato las puntas de espárrago guardadas y el jamón picado. Si lo tenemos que calentar lo haremos a fuego suave y procurando que no hierva.