A pesar de que las entradas de sopas no tienen mucha aceptación entre vosotros, yo insisto y aquí va una muy agradable y que puede servir tanto para una cena rápida (con ayuda del congelador) como para una noche de cena festiva y elegante.
El caldo puede ser de verduras o de pollo ( a mi me gusta más), lo que más os apetezca o tengáis en ese momento ( el agua de cocer judías verdes puede servir). Si es hecho por vosotros mejor, pero no vamos a ser puristas, aunque perfore vuestro presupuesto ( son muy caros), hay caldos comerciales de bric que mis hijos dicen que no están mal para un apuro, yo no los he probado.
El queso que mejor resultado me da es el enmental o el masdam, si no os va bien, cualquier queso que os guste y funda bien ( sin ponerse duro) sirve.
1/2 litro de caldo del tipo que os guste, 1 cebolla, 100 ml de vino blanco, 1 hoja de laurel, 2 rebanadas de pan tostado, 50 gr de queso enmental o massdam rallado o a láminas muy finas ( puedes hacerlo con el pelapatatas) , aceite y sal.
Pelar y partir la cebolla a tiras muy finas o a trozos muy pequeños ( para esto hay gustos ). Encender el horno a 180ºC. En una sartén o si tenéis una fuente honda que resista horno y fuego (un cacharro menos para fregar) poner 3 cucharadas de aceite y sofreír la cebolla lentamente unos 10 minutos. Quitar todo el aceite que pueda sobrar, añadir la hoja de laurel y el vino blanco. Si lo hacéis en sartén, pasálo a algo que resista el horno. Si vais a tardar en comerlo, podéis parar en este punto y terminar cuando falten 15 minutos para la cena.
Poner el pan a tostar. Añadir el caldo caliente colocar el pan tostado procurando que flote ( colocarlo en plano), espolvorear con el queso rallado, subir el horno de temperatura a máximo del gratinador y meter la fuente, un poco más arriba del centro del horno, cerca del gratinador pero que no se socarre, durante unos 10 minutos. Servir inmediatamente.En la mesa, si gusta, se puede espolvorear con pimienta.
Para una cena rápida, con ayuda del congelador, usamos la cebolla frita congelada que tenemos en recipientes a nuestra medida y los botes de caldo que también hemos previsto. Nadie nos regala nada, solo que todo el trabajo es anterior y con casi el mismo esfuerzo hemos hecho el doble. Una amiga (gracias Carmen) me ha dado una idea, congelar el caldo en brics de leche que tienen tapón de rosca, ocupan menos sitio en el congelador porque son rectangulares y encajan perfectamente. Yo hasta ahora reusaba botes de cristal de conservas, pero me voy a pasar a su idea.
Una variante de esta sopa es conseguir unos cuencos ( pueden ser de barro o porcelana) que resistan el horno y sustituir el pan por masa de hojaldre, que colocaremos cubriendo el cuenco justo antes de meter al horno. Si queremos que el hojaldre quede brillante lo pintaremos con huevo batido. La temperatura del horno será la que marque el paquete de hojaldre y lo mismo para el tiempo de cocción. Esto es mejor hacerlo en recipientes individuales.
3 comentarios:
Para que conste: yo también soy una fan de las sopas así que estoy encantada con esta entrada. De hecho este fin de semana he hecho caldo de pollo y hoy mismo voy a probar esta receta. Lo bueno es que es tan sencilla que tengo todos los ingredientes en casa!
Bet, me alegro que seas fan de la sopa, en septiembre a mi ya me dan ganas de hacerla.
Otra cosa muy importante que dices en tu comentario es tienes todo en casa. Yo suelo hacer cocina de despensa en lugar de cocina de mercado, rara vez hago una comida que tenga que salir a comprar expresamente para ella, solo si es algo festivo. Este es un punto importante para ahorrar tiempo en la cocina.
La acabo de hacer y todo un éxito! Ha quedado muy rica.
Yo he usado queso provolone, que sobró ayer de una pizza cuatro quesos que nos hicimos, y ha quedado también bien.
Y mañana, ¡sopa de ajo! Pero esta no la tienes en el blog, así que tendré que usar otra receta.
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