Las cantidades no pueden ser muy exactas ya que depende del molde y es importante llenar el molde dejando 1 cm para que pueda subir, y además estamos usando trozos sueltos de pan. Para dos raciones un molde de 12x15 cm aproximadamente será bastante. El molde tiene que ser apto para horno ( yo no lo he probado a hacer en microondas pero seguro que es posible)
200 gr de pan duro, 150 gr de queso que funda bien (enmental o massdam me van bien), 300 ml de leche, 2 huevos, 1 diente de ajo, aceite y sal. Si nos gusta, nuez moscada y/o pimienta.
Engrasar el molde con un poco de aceite o mantequilla. Partir el pan ( aunque se rompa) a trozos. Pelar y partir el ajo muy pequeño. Mezclar con el pan. Colocar parte del pan en el molde cubriendo el fondo formando una capa fina. Poner una capa de queso partido a trozos pequeños o rallado, otra capa de pan y queso hasta llenar el molde, acabando con capa de pan. Hay que poner todo el queso si no queda soso.
Calentar el horno a 175º C. Batir los huevos con la leche, sal y especias, verter en el molde y hornear unos 20 minutos. Si untamos con aceite o mantequilla la superficie quedará más dorado.
Si batimos las claras a punto de nieve, quedará más esponjoso pero no es necesario.
Como variante, podemos añadir a la vez que el queso, cebolla frita o trozos de bacon o jamón.
Es un plato fácil de comer y hacer por niños, solo necesitan ayuda para manejar el horno.
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