Este es un plato de todo tiempo gracias a las conservas pero en primavera la tentación de los guisantes naturales es demasiado fuerte como para elegir las latas.
Si usamos conservas es preferible elegir los guisantes de clase muy finos si queremos tener una piel fina.Es conveniente, mediante el infalible método de prueba/error, fijarnos en una marca que nos guste, hay mucha diferencia de unas a otras.
También hay congelados pero yo al menos no he encontrado unos suaves todos los que he probado son "pellejudos".
Si usamos guisantes naturales, necesitaremos unos 800 gr. para dos personas, si son en conserva o congelados con unos 300 gr. será bastante. El tiempo aumentará en unos 15 minutos si usamos los guisantes naturales
300 gr. de guisantes (800 con vaina), 1 cebolla, 50 gr. de jamón o panceta, dos patatas pequeñas, aceite y sal. Opcional: huevo frito, pimientos rojos asados, trozos de chorizo frito...
Pelar los guisantes si son naturales, escurrirlos muy bien si son en conserva. Cocer y escurrir si son congelados o naturales.
Pelar y partir la cebolla muy pequeña. En una sartén poner tres cucharadas de aceite a fuego suave. Sofreír en ella la cebolla y si usamos panceta reducir un poco la cantidad de aceite añadiéndola ahora para que aporte su grasa. Cuando esté casi hecha, añadir el jamón.
Pelar y partir a dados la patata. Freír y reservar bien escurrida.
Unos minutos antes de comer, incorporar los guisantes a la sartén, dándoles vueltas con mucho cuidado para no romper la piel, añadir las patatas fritas y servir. Si elegimos una o varias de las opciones que vienen en ingredientes, tendremos un buen plato único.
Hay una variante que tiene un poco de salsa: cuando la cebolla esté hecha echar una cucharilla de harina, impregnarla con el aceite y añadir poco a poco unos 50 ml de agua de cocer los guisantes o vino blanco suave, moviendo suavemente. Dejar cocer unos 5 minutos y añadir los guisantes y las patatas.
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