lunes, 31 de enero de 2011

Aguacate relleno





Por fin pongo algo salado, una buena entrada para una cena rápida. Los aguacate tienen que estar maduros, habitualmente hay que comprarlos tres o cuatro días antes de su punto óptimo de consumo.

Como todos los rellenos, los ingredientes pueden variar según lo que haya en nuestra nevera.

1 aguacate maduro, 8 palitos de surimi, 1 tomate, 2 hojas de lechuga, aceite y sal. Otros ingredientes posibles: gambas, huevo duro, olivas negras, salsa mayonesa o rosa, trozos de pollo asado o cocido, un poco de patata.

Hacer un corte por la mitad longitudinal del aguacate y girarlo un poco para separar las dos mitades. Retirar el hueso. Con una cuchara, raspar la pulpa retirandola a un bol. Partir los palitos de surimi, el tomate y la lechuga. Mezclar todo con el aguacate reservando algo para colocar encima, añadir sal y aceite ( poco pues el aguacate ya es cremoso).

Rellenar las mitades de aguacate con la mezcla, colocando encima lo que hayamos reservado para adornar. Si queremos, poner un bolo de salsa mayonesa aunque ya sabéis que yo uso poca y siempre casera.

viernes, 28 de enero de 2011

Churros


Dedicado a Ex-lady Halcón.

No hay nada como un buen desayuno. Y si son churros recién hechos una se despierta con otro humor. El toque de diana "Churros en la mesa" ha sido un buen despertador los fines de semana para mi gente, los hacía yo hasta que comían tantos que ya no tenía fuerza para remover la masa y pasé el testigo. Tiene un problema: ya no como churros de cafetería, me parecen horrorosos y los de algunas churrerías no hay manera de digerirlos por los aceites que usan para freír.

Que no os asuste la tarea, que es muy fácil y para dos no cuesta nada. Si no tenéis churrera, metéis la masa en una bolsa de plástico ( limpia por supuesto) y cortáis un poco una esquina. Luego cogiendo por la parte de arriba, se va apretando la masa poco a poco para que salga por la esquina cortada.

100 ml. de agua, el mismo volumen de harina, 1 cucharilla rasa de sal, aceite para freír y azúcar para espolvorear.

Poner el agua a hervir con la sal a fuego vivo. En el momento que empiece a hervir, añadir la harina de un golpe, retirar del fuego y remover con energía hasta que toda la harina esté bien incorporada.


Poner una sartén con unos 2 cm de profundidad de aceite a calentar. Meter la masa en la churrera o bolsa y hacer lineas con la masa.

Cortar al tamaño que nos guste a medida de la sartén, freír hasta que justo se doren. Sacar a un plato con papel de cocina



y a continuación a otro plato donde los espolvorearemos con azúcar.



Comérselos inmediatamente. Es la diferencia con los de churrería aguantan regular el paso del tiempo pero a cambio están inmejorables.