sábado, 26 de diciembre de 2009

Rosti de patata

Voy a empezar una serie de platos característicos del mundo. Soy aficionada a probar la cocina local allí donde voy y los que más me gustan, los repito en casa, unas veces fiel a la receta original que he conseguido otras, procuro adaptarlas a mis gustos.

Ahora le toca el turno a Suiza y no voy a poner la clásica fondue, entre otras cosas por que ya está hecha la entrada, sino algo mucho más sencillo y menos conocido: Rosti.

El Rosti tiene una forma parecida a la tortilla de patata, la podemos confundir a primera vista. Consiste en patata rallada, hecha en una sartén a fuego lento tostando el exterior para que mantenga la forma. Podemos añadir, al igual que a la tortilla diversos ingredientes dando un sabor distinto en cada caso.

La patata puede rallarse en crudo o casi cocida. Yo prefiero cruda por sabor y es así más fácil de rallar.

2 patatas ralladas, aceite y sal. Esto es lo básico podemos añadir: cebolla, queso, panceta, champiñones o setas.. En cantidad controlada para que sea fácil mantener la forma.

Pelar y rallar las patatas en un rallo no muy fino. Pensar el ingrediente con el que queremos caracterizar nuestro rosti y mezclarlo con la patata partido a trozos pequeños. Si es queso, procurar elegir una clase que funda bien.



Poner una sartén de fondo grueso con un par de cucharadas de aceite a fuego medio. Añadir las patatas presionando un poco para compactarlas. Bajar el fuego. Tapar la sartén dejando una pequeña rendija para que salga un poco de vapor.




Pasados unos 10 minutos, destapar y compactar otra vez las patatas. Subir el fuego y permitir que la capa exterior de la patata se tueste. Con ayuda de un plato de tamaño adecuado, darle la vuelta como si fuera una tortilla, si lo necesita añadir más aceite a la sartén y colocar otra vez en la sartén para hacer el otro lado, primero un rato a fuego lento y luego subirlo para que también se tueste.


Ya está lista para servir.


Nos puede servir como plato, aperitivo, guarnición, solucionando algún imprevisto pues los ingredientes principales suelen estar en todas las casas y para decidir los variables, solo tenemos que mirar nuestra despensa o nevera.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Alcachofas con tomate al natural

Esta receta es un deducción de lo que comí el otro día en una cena. Hoy he probado a hacerla yo en casa y no ha estado mal. El contraste frío-caliente, dulce-ácido del tomate y la alcachofa es una sensación agradable en la boca.


6 alcachofas, 50 gr de jamón serrano, 1 tomate, aceite, pimienta, sal, perejil

Limpiar las alcachofas, partirlas en 6 trozos, sumergiendolas en un recipiente con agua y un poco de vinagre o limón conforme las vamos limpiando. Poner un puchero con agua y una cucharilla de sal a hervir. Cuando el agua empiece a hervir, sumergir las alcachofas y cocerlas unos 10-15 minutos, dependiendo del tipo de alcachofa. Escurrirlas muy bien y si queremos, ponerlas en un recipiente con agua y hielo para que se enfríen y no pierdan color.

Partir el jamón a tirillas finas. Rallar el tomate, aliñarlo con aceite, sal y pimienta.


En el momento de servir, poner en una sartén 3 cucharadas de aceite y saltear un poco el jamón, añadir las alcachofas bien escurridas y apagar el fuego.

Verter el tomate rallado por encima y servir.