sábado, 26 de diciembre de 2009

Rosti de patata

Voy a empezar una serie de platos característicos del mundo. Soy aficionada a probar la cocina local allí donde voy y los que más me gustan, los repito en casa, unas veces fiel a la receta original que he conseguido otras, procuro adaptarlas a mis gustos.

Ahora le toca el turno a Suiza y no voy a poner la clásica fondue, entre otras cosas por que ya está hecha la entrada, sino algo mucho más sencillo y menos conocido: Rosti.

El Rosti tiene una forma parecida a la tortilla de patata, la podemos confundir a primera vista. Consiste en patata rallada, hecha en una sartén a fuego lento tostando el exterior para que mantenga la forma. Podemos añadir, al igual que a la tortilla diversos ingredientes dando un sabor distinto en cada caso.

La patata puede rallarse en crudo o casi cocida. Yo prefiero cruda por sabor y es así más fácil de rallar.

2 patatas ralladas, aceite y sal. Esto es lo básico podemos añadir: cebolla, queso, panceta, champiñones o setas.. En cantidad controlada para que sea fácil mantener la forma.

Pelar y rallar las patatas en un rallo no muy fino. Pensar el ingrediente con el que queremos caracterizar nuestro rosti y mezclarlo con la patata partido a trozos pequeños. Si es queso, procurar elegir una clase que funda bien.



Poner una sartén de fondo grueso con un par de cucharadas de aceite a fuego medio. Añadir las patatas presionando un poco para compactarlas. Bajar el fuego. Tapar la sartén dejando una pequeña rendija para que salga un poco de vapor.




Pasados unos 10 minutos, destapar y compactar otra vez las patatas. Subir el fuego y permitir que la capa exterior de la patata se tueste. Con ayuda de un plato de tamaño adecuado, darle la vuelta como si fuera una tortilla, si lo necesita añadir más aceite a la sartén y colocar otra vez en la sartén para hacer el otro lado, primero un rato a fuego lento y luego subirlo para que también se tueste.


Ya está lista para servir.


Nos puede servir como plato, aperitivo, guarnición, solucionando algún imprevisto pues los ingredientes principales suelen estar en todas las casas y para decidir los variables, solo tenemos que mirar nuestra despensa o nevera.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Alcachofas con tomate al natural

Esta receta es un deducción de lo que comí el otro día en una cena. Hoy he probado a hacerla yo en casa y no ha estado mal. El contraste frío-caliente, dulce-ácido del tomate y la alcachofa es una sensación agradable en la boca.


6 alcachofas, 50 gr de jamón serrano, 1 tomate, aceite, pimienta, sal, perejil

Limpiar las alcachofas, partirlas en 6 trozos, sumergiendolas en un recipiente con agua y un poco de vinagre o limón conforme las vamos limpiando. Poner un puchero con agua y una cucharilla de sal a hervir. Cuando el agua empiece a hervir, sumergir las alcachofas y cocerlas unos 10-15 minutos, dependiendo del tipo de alcachofa. Escurrirlas muy bien y si queremos, ponerlas en un recipiente con agua y hielo para que se enfríen y no pierdan color.

Partir el jamón a tirillas finas. Rallar el tomate, aliñarlo con aceite, sal y pimienta.


En el momento de servir, poner en una sartén 3 cucharadas de aceite y saltear un poco el jamón, añadir las alcachofas bien escurridas y apagar el fuego.

Verter el tomate rallado por encima y servir.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Huevos encebollados

Aquí tenemos un plato muy sencillo también a partir de "nada". Siempre (o casi siempre) tenemos huevos y siempre, al menos deberíamos, tener cebolla. Para esto último, tenemos el recurso del congelador. La podemos guardar ya cocinada o solo picada, incluso la venden ya partida y congelada. Como opción también la venden ya en latas aunque a precio de oro. El tiempo de cocción lo ajustaremos al tipo de cebolla empleado.

Podemos incluir cualquier otro ingrediente que hay en la nevera de manera habitual: calabacín, champiñones, queso..., incluso, al que le guste, un poco de foie- gras de cualquier tipo.

Ingredientes: 2 huevos, 1 cebolla, 50 ml de vino a gusto: Jerez, Oporto, vino blanco...

Pelar y partir la rodajas finas la cebolla. En una sartén poner 3 cucharadas de aceite y a fuego lento sofreír la cebolla. Después de 5 minutos, añadir el vino elegido y dejar cocer muy lentamente hasta que casi no quede líquido. Repartir en dos cazuelas planas y resistentes al fuego la cebolla. En el momento de servir, poner a fuego vivo y cascar un huevo al lado de la cebolla. En el momento en que la clara esté cuajada retirar del fuego y servir. Hacer lo mismo con la otra cazuelita. Se pueden hacer las dos a la vez en dos fuegos y así no hay que esperar.

Hay que procurar que la yema no esté cuajada. Si nos gusta la clara muy hecha y la yema poco, separaremos la clara de la yema y primero echaremos la clara a la cazuela y cuando ya la veamos casi a nuestro gusto añadir la yema. Un método intermedio es tapar la cazuelita después de echar el huevo, vigilando bien para que no haga demasiado.

Se me olvidó hacer foto, la pondré otro día

jueves, 5 de noviembre de 2009

Chipirones a la plancha con pimientos del piquillo

En realidad esta es una receta mezcla de dos ya escritas pero me ha parecido original la manera de presentarla. Además viendo la idea se puede cambiar con imaginación.

Podemos sacar las tintas del chipirón al limpiarlos o sustituir por una bolsa de tinta de calamar comprada.

6 chipirones medianos, 6 pimientos de piquillo, 4 cucharadas de salsa de tomate con cebolla, 1 punta de cucharilla de harina, aceite y sal.

A la plancha. Chipirón dentro de calamar sobre salsa de tomate, calamar dentro de chipirón uno sobre salsa de tinta.

martes, 3 de noviembre de 2009

Pescado, normas básicas

Me dicen que no saben manejar el pescado. Que les gusta, pero les da respeto. Esta entrada va para ellla.

Las indicaciones tienen que ser muy generales pues decir pescado es decir algo muy amplio y muy diverso. Hay grandes, pequeños, de carne dura, blanda, más grasa, menos grasa etc.

Lo primera dificultad es la compra y es mucho mayor en caso de ser pocas personas, pues en la mayoría de los casos hay que comprar el pez entero o pagar un sobreprecio muy alto. No nos queda más remedio que comprar y congelar lo no consumido. De paso evitaremos el problema del anisakis. Otra solución es comprar filetes congelado que para según que usos no están mal pero de vez en cuando conviene darse un premio con un buen pescado.

Los modos de cocina son los básicos: al vapor, a la plancha, rebozado, en salsa y al horno. Siempre con un tiempo de cocción muy breve. Las frituras son otro tema.

Al vapor ( a veces sustituido por el microondas): Consiste en poner el pescado sobre una cama de vegetales ( para que le proporcionen humedad y le aislen del fondo) en un recipiente bien tapado. Cocción muy breve. Se suele aliñar con hierbas finas ( eneldo, albahaca, laurel..) y aceite crudo

A la plancha: para que el pescado no se pegue a la plancha o sartén, esta tiene que estar muy caliente y, entonces, se echa aceite. La cantidad de aceite tiene que ser suficiente para que la superficie en contacto con el pescado esté engrasada pero no haya sobrante en el resto de la sartén. Esto es más fácil de conseguir si ponemos el pescado y el aceite en un plato y de allí va directo a la plancha. De todos modos miraremos si hace falta más cantidad de aceite al darle la vuelta.

Sobre el dilema que lado poner primero en la plancha, hay gustos. Si ponemos primero la piel, esta quedará crujiente y tostada, si ponemos primero la parte de la carne, será este lado el que más se tostará. Después de fijarme en varios comedores colectivos y ver como la mayoría de la gente se retira la piel y no la come, creo que es mejor poner la parte de la carne primero en la plancha.

Rebozado: También llamado a la romana. Ha sido la manera habitual de comer el pescado en muchas casas. Pasar por harina, pasar por huevo batido, y freír en sartén con bastante aceite. La temperatura de fritura tiene que ser caliente al principio, luego bajar para que no se queme por fuera y le de tiempo a cocinarse por dentro.

En salsa: Las salsa pueden ser muy variadas, desde solo tomates o pimientos hasta la más elaborada y anticuada Holandesa ( una bomba, hecha de mantequilla y yemas de huevo). El pescado se suele cocer en la misma salsa. También se puede hacer a la plancha y poner un poco de salsa al lado pero entonces yo creo que no es en salsa sino con salsa.

Al horno: Una forma muy cómoda de cocinar pescado. Se hacen un montón de raciones a la vez, no manchas nada, es rápido y generalmente muy poco trabajo. Mi plato preferido cuando estamos mucha gente. Hacerlo a la sal también está contemplado pescado al horno. El tiempo de horno suele ser unos 20-25 minutos para un pescado de 1 kilo y medio a 200ºC , colocando la bandeja de manera que el pescado quede en el centro del horno.

No he dado tiempo de cocción para los otros modos de hacer el pescado. Pensad un poco en el tamaño de vuestro trozo, sobretodo en el grosor. Mirad que color tiene la carne del pescado y lo sabréis. Yo espero encontrar en mi plato algo jugoso y agradable, por eso lo hago hasta que justo ha perdido la transparencia. Si te pasas de plancha o de fritura, lo único que vas a conseguir es que pierda agua, el resultado algo jasco y difícil de tragar. En los restaurantes igual que preguntan como de cocida quieres la carne, deberían preguntar el punto del pescado.

Como indicación, a la plancha o fritura, 1- 1,5 minutos por cada lado para un filete normal, si es rodaja un poco más.

Si lo vamos a hacer en salsa, el pescado solo tiene que cocer dos o tres minutos para que conserve su textura. Los pescados duros tipo rape, congrio, bonito etc.. requieren un poco más de tiempo.

Si queréis mayor información, en la etiqueta pescados se puede encontrar diversas maneras de cocinarlo.

domingo, 25 de octubre de 2009

Arroz con setas

Va otra de setas. En temporada usad las que tengáis, fuera de temporada se pueden usar las shitake ( las llamadas setas chinas) secas o frescas, algún champiñón y a ser posible, alguna de un surtido comercial congeladas, secas o en conserva. Yo prefiero las congeladas son más sabrosas. Se pueden comprar en supermercados habituales.

Si se usan setas secas, rehidratar antes de empezar y guardar el líquido para cocer el arroz. Sacaremos las setas cogiéndolas con la mano pues si escurrimos moviendo el recipiente, en caso de que las setas tengan algo de tierra se mezclará otra vez con las setas. Aprovecharemos el liquido pero decantándolo ( echándolo con cuidado en otro recipiente de manera que no caigan los posos)

Como caldo podemos usar el agua de cocer alguna verdura o unos restos de pollo u otro tipo de carne o una mezcla de todos ellos. Si no tenemos nada de esto, agua con un poco de vino blanco.

Como vamos a hacer el arroz para dos, una sartén amplia nos puede servir. Si es para más gente, emplearemos una paella grande o un puchero muy ancho y plano.

200 gr de arroz, 300 gr de setas variadas, 100 gr de calabacín, 1/2 cebolla pequeña, caldo vegetal o de carne, aceite y sal. Opcional, alcachofas, láminas de queso curado.

Pelar y partir la cebolla muy pequeña. Partir el calabacín a trozos pequeños. Limpiar las setas si son frescas y partirlas a trozos pequeños. Escurrir las setas si son secas, guardar el líquido. En una sartén amplia, ponemos tres cucharadas de aceite a fuego suave, sofreímos la cebolla y el calabacín. Pasados 5 minutos y todo este blando subir el fuego y saltear las setas. Darles unas vueltas y después de dos minutos retirar todo a un plato.


En el mismo sitio, añadir una cucharada de aceite y el arroz, saltear un poco a fuego medio. Añadir el doble del volumen ocupado por el arroz de líquido, subir el fuego y cuando empiece a hervir, bajar el fuego, dejar suficiente para mantener el hervor. Empezar a contar el tiempo 14 minutos. Pasados 7 minutos y falten otros 7, incorporar las setas moviendo un poco para mezclar bien.


Cuando se cumpla el total del tiempo, 14 ( 7 +7) minutos, apagar el fuego y dejar reposar un par de minutos.

Si hemos decidido poner queso, con un pelapatatas haremos lascas muy finas que esparciremos por encima. Ya podemos comer.

martes, 6 de octubre de 2009

Sepia con habitas y níscalos

Ya sabéis que estos días las setas son las reinas de mi cocina. Las mejores las hago simplemente a la plancha y las más grandes las guiso de todos los modos que se me ocurren. Este es uno de ellos.

El níscalo o robellón y también otros nombres es una seta muy común en otoño que se puede encontrar en las fruterías a precio razonable.

Sirve de plato principal, está muy bien equilibrado nutricionalmente y se puede hacer con antelación.

1 bote de habitas, 2 sepias pequeñas o 1 grande, 300gr de níscalos u otra seta de textura fuerte, un trozo de grasa de jamón y 25 gr de jamón, aceite y sal. Opcional cebolla sofrita.

Limpiar los níscalos y partirlos a trozos que sea cómodo meterlos a la boca. Limpiar la sepia, hacerle unos cortes en los bordes para que no se "rice". Escurrir muy bien las habitas. Si usamos cebolla pelar y partir muy pequeña. Sofreirla.

En una sartén amplia poner dos cucharadas de aceite, la grasa de jamón y el jamon partido pequeño, saltear los níscalos a fuego fuerte 3 minutos aproximadamente. Retirarlos a un plato.



En la misma sartén, saltear las habitas con tres cucharadas de aceite a fuego fuerte un par de minutos. Cuidado al moverlas porque se rompen, saben igual pero quedan muy feas en el plato. Alguna seguro que se despelleja un poco al tostarse. Retirar al mismo plato.



Seguimos en la misma sartén, añadimos dos cucharadas de aceite y a fuego muy fuerte hacemos las sepias a la plancha y las partimos a trozos.

En el momento de servir, Juntar los tres ingredientes, añadir la sal y calentar a fuego fuerte moviendo con mucho cuidado. Listo para comer.

lunes, 5 de octubre de 2009

Costilla de cerdo con salsa barbacoa

Normalmente esta receta es para hacer la costilla en una barbacoa o en el horno. Pero el otro día tenía un resto de salsa barbacoa y compré costilla, sin tener en cuenta que hacía mucho calor y me dio pereza encender el horno, así que decidí probar en una sartén, procurando no elegir la más nueva, que fuera de fondo grueso y que tuviera una tapa que más o menos ajustara.

400 gr de costilla de cerdo carnosa en una pieza, 50 ml de salsa barbacoa.

Poner la sartén a calentar a fuego medio, añadir una cucharada de aceite. Colocar la costilla con la parte carnosa hacia abajo y subir el fuego para que se tueste. Al cabo de dos minutos, darle la vuelta.Después de un par de minutos, añadir por encima de la costilla dos cucharadas de salsa. Tapar y bajar a fuego medio. El tiempo dependerá del grosor de la pieza más o menos unos 5 minutos. Destapar y comprobar su grado de cocción. Añadir más salsa y después de un par de minutos estará lista.

martes, 22 de septiembre de 2009

Comidas de invierno

Lo que más me gusta del invierno son los llamados platos de cuchara. Se pueden hacer con antelación y en grandes cantidades sin necesidad de trabajar más, lo que nos permitirá congelar raciones.

La mayor diferencia con los platos típicos de épocas calurosas radica en que los de invierno son más energéticos, que no viene mal para contrarrestar el frío. Esta diferencia viene , la mayoría de las veces, de un mayor contenido en grasa, pero no es necesariamente más insano. Hoy en día nos preocupamos de usar menor cantidad y mayor calidad de grasas, y gracias a que estos platos se cocinan con agua, la temperatura que se alcanza es más baja que en los fritos, preservando las características positivas de las grasas.

Otra ventaja del invierno es la cantidad de platos únicos que podemos consumir. Solo necesitamos complementarlos con una ensalada y/o una buena ración de fruta. Tienen proteína suficiente para una ración equilibrada y capacidad de saciar para estómagos hambrientos. Suelen ser, además, más económicos.



Si nos preguntan por platos típicos del invierno, inmediatamente salen las legumbres seguidas de sopas y cremas varias, con uno o varios ingredientes. Cualquiera de estos ingredientes las podemos hacer con verduras , diversas salsas, setas o más "cárnicas", algunas también con pescado o marisco. En la palabra cárnica no pongo enlaces porque no tengo todavía esta combinación. De todas maneras, creo que casi cualquiera sabe añadir chorizo y demás ingredientes del cerdo a unas legumbres. Los potajes ( una mezcla de todo lo anterior, menos legumbre, más caldo y más complementos) cada día me gustan más.

Por supuesto la pasta y el arroz, no tiene época. Las patatas también son de todo tiempo pero en invierno abandonan las ensaladas y platos fríos para incorporarse a las cazuelas. Dando un repaso a los platos de esta etiqueta seguro que encontramos la comida del día.

Otro factor que nos puede ayudar a variar el menú, es que las recetas son casi siempre intercambiables, yo puedo utilizar una vez judías y la siguiente garbanzos o lentejas.

Es bueno olvidarse de la sartén para la carne en invierno, un buen guiso nos ayudará a sentirnos confortables. Los llamado segundos platos " de puchero", también son muy apetecibles en invierno, cualquier carne guisada o pescado en salsa, nos calentará por dentro. Dad un repaso por la etiqueta 2º plato para ver posibilidades. También la etiqueta mucho tiempo poco trabajo, contiene soluciones de invierno de cocción a fuego lento y sin ser necesaria nuestra presencia en la cocina.

Hablando del invierno, no podemos olvidar el horno, tan poco apetecible en verano. Ya sea cerdo, 2, ternera, mezcla de todos, cordero o pescado, 2 , 3, 4, 5, y 6, ( se nota que me gusta el pescado al horno). Las verduras u hortalizas al horno son un buen complemento a cualquier plato cuando no una comida en si misma.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Conserva de tomate


La manera de tener la salsa de tomate casera preparada y que nunca tenga que usar la comercial, para mi, es hacer una vez al año toda la que calculo que voy a consumir ( ahora yo y mis emancipados). Nos damos ( este es un trabajo colectivo) un fin de semana de curro duro pero el asunto está resuelto para todo el año.

La variedad de tomate que se suele usar para conserva es la de pera, tiene más pulpa y menos agua con esto, tenemos un mayor rendimiento. Aunque hay que reconocer que si coges un tomate bueno, los de pera no tienen nada que hacer con el sabor.

Se puede pelar el tomate a mano, (en esta entrada está explicadas las distintas maneras de pelar) a mi me resulta más cómodo triturarlo todo y luego quitarle pieles y semillas por este pasapurés. Hasta hace poco lo hacía por uno normal, pero desde que apareció este en mi vida, para la conserva es inigualable. En el día a día uso el normal.

Como el tomate lo voy a esterilizar lo coceremos lo menos posible, lo justo en cada momento. Pero como a la vez hay que eliminar agua, en lugar de evaporarla, lo que hago es procurar quitar la máxima posible en la primera cocción de los tomates.

Los botes y sus tapes, es imprescindibles que estén muy limpios. Yo nunca los escaldo antes de usarlos, da mucho trabajo. Los guardo limpios en sitio cerrado, sin tapar, los tapes en una bolsa también cerrada. Los botes de cristal se pueden reusar sin problemas, los tapes hay que comprobar que estén en buen estado. Si los quieres reusar, no abras nunca los botes dando golpes sobre la encimera, se abollan y luego permiten la entrada de aire que estropea la conserva. Se pueden comprar tanto botes como tapes, casi todos los años compro algo pero la mayoría son reusados.

Antes de embotar, los meto al lavavajillas en un programa rápido pero caliente, de manera que salgan secos. Pongo la salsa de tomate caliente y cierro procurando esterilizar pronto y así es más fácil que alcance la temperatura de esterilización en todo el contenido y todo el tiempo necesario.

Tomates, aceite y sal. Opcional cebolla pimiento, hierbas aromáticas...


Lavar bien los tomates enteros poniendo un tape en el fregadero y dándoles vuelta en agua. Sacar y dejar al aire para que se sequen. Como mis tomate vienen, si puedo, directamente del hortelano, están más sucios que los comerciales y necesitan varias aguas.

En un puchero grande, partir los tomates en dos o tres trozos. Cuando partes muchos el número de cortes que haces es importante, para maximizar la efectividad, suelo hacer un corte como si pelara muy gordo y así expongo mayor superficie de tomate al calor.














A fuego fuerte, le doy nas vueltas y conforme va sacando líquido, lo quito con un cazo. La cantidad de líquido depende de la variedad de tomate. Hay que quitar una cantidad razonable, no todo solamente para evitar tener que evaporar demasiado. La primera tanda nos indicará cuanto tenemos que quitar de las demás. Siempre guardo algo para los lavados del pasapurés y por si me he pasado y lo he dejado muy seco.

Cuando vemos que la piel se desprende con facilidad , trituraremos con la batidora hasta dejarlo como un puré, no hace falta que sea fino ni esmerarse demasiado.

Y aquí uso mi maquineta que separa la salsa, de la piel y semillas. Lo que rechaza, hay que volverlo a pasar un par de veces, pero es muy rápido. Si utilizas un pasapurés normal las pieles quedan sin pulpa pero cada vez hay que desmontar y limpiar pues los residuos se acumulan en el rallo e impiden el paso de la salsa.


Ya tenemos un puré de tomate espeso sin piel ni semillas. En este momento lo podemos envasar y esterilizar pero ya que estamos metidos en faena, yo termino todo y dejo la salsa lista para uso.

Si vamos a añadir cebolla o pimiento conviene tenerlos rehogados para añadir en cada lote de salsa.




En un puchero grande lo más ancho posible, Poner el tomate a evaporar a fuego medio ( cuidado con las salpicaduras) y cuando tenga casi el espesor que nos gusta, añadir aceite, sal y azúcar. También es el momento de cebolla, pimiento u otras cosas que nos gusten. Como os podéis imaginar, tienen que ser proporcionales a la cantidad de tomate que tengamos en el puchero y es algo que vosotros tendréis que decidir. Para que os hagáis una idea, yo echo en mi puchero que ya le tengo cogida la cantidad, tres cazos ( de los de servir la sopa) de aceite, 6 cucharillas de sal y 5 cucharadas de azúcar. Pero todo es muy variable. Por ejemplo este año el tomate necesita más sal y azúcar, es muy soso. Es de las pocas cosas que pruebo mientras las hago.














Teniendo en cuenta que la salsa está caliente y el bote no tiene aislamiento, pongo el frasco en un plato y con un cazo lo lleno hasta aproximadamente 1 cm del borde. Tapo.




Cuando ya tengo suficientes para llenar la olla expres, pongo en esta unos 15 cm de agua, y a fuego fuerte espero a que esté caliente meto los frascos acoplados lo mejor posible y rectifico la cantidad de agua para que estén cubiertos. Cierro la olla y cuando haya alcanzado presión, pongo un avisador 5 minutos. Cuando suene, apago el fuego. Cuando la olla haya perdido la presión ( importante), abro y saco los botes usando una pinza para no quemarme.















Como todo esto se hace simultaneamente en distintos pucheros, ya suelo tener preparada la siguiente tanda para esterilizar y aprovecho el agua ya caliente metiendo nuevos frascos y repito la operación.

Una vez fríos los botes, solo nos queda rotular y guardar hasta su uso. Lo único que suelo poner es la fecha y si tiene algún condimento.

En lugar de esterilizar, si haces poca y tienes un congelador muy grande, la salsa se puede congelar. El momento, es justo antes de meter en los botes. hay que dejar enfriar muy bien la salsa antes de envasarla. Esto se puede hacer en bolsas de plástico seguras o en recipientes. Una vez congelados, se pueden desmoldar y guardar en bolsas. Si los hacemos de distintos tamaños, incluso en cubitos, tendremos siempre la medida justa para cada uso.

martes, 1 de septiembre de 2009

Mejillones marinera

No sé porqué llaman mejillones marinera y les ponen tomate. Guisos marineros son aquellos que se cocinaban en los barcos con lo que había y los tomates no son algo fácil de conservar, pero así son las cosas.

Esto es algo muy sencillo, si usamos salsa de tomate ya hecha es cuestión de minutos, se pueden congelar y sirve de base para otros guisos que haran las sobras muy agradables, si quedan pues se comen sin darse cuenta.

Si usamos tomate natural, lo podemos rallar o partir a dados, salteandolo en el mismo puchero antes de empezar esta receta. De este modo no mancharemos otra sartén. Las especias se pueden añadir a gusto y variar según disponibilidad,

Como no es mi intención llenar este blog con un número muy alto de recetas sino de ser útil, pongo siempre juntas posibles variantes u opciones, para que sean fáciles de utilizar, aquí tenéis el tres en uno.

500 gr de mejillones, 4 cucharadas de salsa de tomate o un tomate natural maduro, 1 hoja de laurel, pimienta negra, ajo, aceite y sal. Opcional: orégano u tras hierbas o condimentos

Limpiar los mejillones de la manera que cada uno crea conveniente, con esmero o simplemeente "higienizados" ( o a los que no les importe, sin depilar como decía un comentario, yo los prefiero limpios). En un puchero amplio, poner dos cucharadas de aceite y dos dientes de ajo pelados y partidos a fuego medio, darles unas vueltas. Cuando empiecen a tomar color los ajos añadir los mejillones, sal y la pimienta negra, tapar. En el momento en que se empiecen a abrir, añadir la salsa de tomate y la hoja de laurel, mover un poco el puchero volteando los mejillones. Plato listo. No conviene cocer mucho los mejillones se ponen correosos.

Si los vamos a congelar, por cuestión de espacio, quitaremos una de las conchas.

Si nos sobran y no queremos congelarlos, cuando los vayamos a comer, sacaremos los mejillones de la salsa poniendo esta en una fuente plana resistente al fuego o en una sartén amplia, añadimos un poco de arroz controlando la cantidad de agua, añadiendo un poco más si fuera necesario. En los últimos minutos ponemos otra vez los mejillones. Esta ha sido mi comida de hoy, con los mejillones de ayer. Arroz caldoso de mejillones.



Podemos hacer la misma operación con patatas o pasta.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Pasta con pesto

No me suele gustar poner recetas de relleno como en algunas revistas, pero creo que la pasta con pesto merece una entrada. Esto es una mezcla de dos recetas: cocer pasta y salsa de pesto.

Para mi como mejor queda es con pasta larga, espaguetis o tallarines de cualquier grosor, cocida en su punto y rociada con abundante salsa.

Si podéis disfrutar de albahaca de hoja grande fresca, es lo mejor, si no toca conformarse con lo que hay. En algunas fruterías se puede comprar pero no cuesta demasiado tener una maceta e ir cogiendo en su época. Fuera de época, se puede tener congelada, se oscurece pero sabe igual. También se puede congelar el pesto hecho en recipientes de tamaño adecuado para nosotros.

250 gr de tallarines, 50 ml de salsa de pesto.

En un puchero grande poner unos 3l de agua y una cucharilla de sal. Cuando hierva, añadir los tallarines y poner un avisador ( sirve el del móvil) con los minutos adecuados para esa pasta, suele indicalos en el paquete ( yo suelo cocer un minuto menos). Si usamos de manera habitual la misma marca, sabremos cuanto hay que cocerlos para nuestro gusto.

Tener preparada la salsa de pesto. Verterla por encima, mezclándola con un tenedor, levantando los espaguetis. Servirla al momento.

sábado, 8 de agosto de 2009

crema de calabacín con sorpresas

Esta es una buena solución para una comida de verano rápida y fresca.
También sirve adornandola un poco, para una comida con amigos improvisada o planificada, los calabacines son fáciles de conseguir y hasta es muy probable que existan en la nevera. El resto de los ingredientes son de despensa básica.

Es opcional pelar los calabacines, depende del gusto de cada uno y del color que nos guste más para la crema, más verde sin pelar, más claro pelados. En cualquier caso, lavarlos muy bien.

Otra ventaja es que puede servirse caliente o fría según apetezca, o invierno y verano.

Si alguien tiene huerto o amigo con huerto, seguro que hará uso de esta receta pues la sobreabundancia de calabacines en su época es motivo de discurrir modos de empleo. Además de la gran ventaja de poder congelarla casi terminada.

2 calabacines aprox 500 gr, 1 patata pequeña, media cebolla 1 vaso de leche, aceite y sal. Opcional a elegir uno o varios: 10 gr de setas secas, 3 champiñones, 1 loncha de jamón, un poco de cebolla frita, queso fuerte rallado .....

Pelar y partir la patata y la cebolla. Lavar el calabacín, pelar si así lo hemos decidido.En un puchero poner 2 cucharadas de aceite y a fuego medio poner la cebolla y la patata. Después de darle unas vueltas, añadir el calabacín. Pasados unos minutos, añadir un vaso de leche, tapar y cocer a fuego suave hasta que todo esté blando.

Añadir un vaso pequeño de agua.Triturar todo con la batidora. En este momento se puede congelar. Poner en la nevera hasta la hora de comer. A mi me gusta sevirlo en boles con un montoncito de sorpresa en el centro, dependiendo de que pongamos el sabor final variará.

Hoy toca setas y jamón. Otro día con mejor conexión pondré las fotos.

miércoles, 22 de julio de 2009

Pimientos rellenos de calamar

Este plato es una variación de los calamares en su tinta. Da un aire distinto, se puede hacer completamente con antelación y lo que sobre congelar. También se puede usar El sobrante de un día de chipirones.

media receta de calamares en su tinta, troceando los calamares, 10 pimientos rojos para rellenar.

Abrir la lata y escurrir los pimientos. Coger a cucharillas los trozos de calamares con poca salsa y meter con cuidado de no romper el pimiento. Colocarlos en una fuente. Cuando tengamos todos los pimientos rellenos, cubrir con la salsa que ha quedado en el puchero. Hasta aquí se puede hacer con antelación.


Calentar el horno a 150º, meter la fuente con los pimientos y cocer 20 minutos. Se puede servir con arroz blanco

martes, 14 de julio de 2009

Melocotón caramelizado con salsa de naranja


Estoy de reposo mental pero de vez en cuando me animo y os pongo algo. De todos modos tengo acumulado material y cualquier día empiezo otra vez de manera regular.

Este es el postre que hemos comido hoy al medio día, pensado después de hacer una invitación improvisada a una golosa y en mi nevera solo había fruta como es habitual. Normalmente lo hago con melocotón pero hoy tenía muchos albaricoques y se ha ocurrido cambiar.

Como es habitual pongo 30 minutos de tiempo mínimo pero esta mañana me he controlado el tiempo y me ha costado menos de 10 minutos. Hay que tener en cuenta que el tiempo de cocción depende de la variedad de melocotón y de su grado de madurez. Si se usa albaricoque, es mucho menos tiempo. La cantidad de azúcar depende de todo esto y además, de vuestro gusto personal.

2 melocotones, 1 cucharada de aceite o mantequilla, 2 cucharadas rasas de azúcar, el zumo de media naraja, un poco de canela. Opcional uno o varios de estos ingredientes: nata, helado de vainilla, café soluble, licor para flambear.

Pelar los melocotones y partirlos a gajos. según que melocotones, el hueso se puede sacar haciendo un corte longitudinal y luego girando cada mitad hacia un lado, como si fueramos a desenroscar una mitad de otra.

En una sartén poner el aceite o mantequilla a fuego medio, espolvorear con 1 cucharada de azúcar y colocar encima los melocotones, espovorear con el resto del azúcar , subir un poco el fuego y después de 1 minuto, darles la vuelta. Pasado 1 minuto, regar con el zumo de naranja, añadir la canela, bajar el fuego y dejar 2 minutos evaporando. Hasta aquí se puede hacer con antelación.


Si lo hemos hecho contiempo, templaremos la fruta en la sartén. Si queremos flambear con un licor ahora es el momento. Ya está listo solo nos queda presentarlo en los platos.




Colocamos el melocotón con parte de la salsa y el helado o la nata, ( la improvisación hizo que en casa solo hubiera un bombón helado que partí en tres trozos) también se puede prescindir de todo esto. A mi plato solo le pongo una pizca de café soluble.

viernes, 5 de junio de 2009

Patatas asadas con Wasabi

El wasabi es un sabor japones que me gusta mucho. Para mi tiene una ventaja, permite sentir el sabor con un picante distinto de la guindilla y además, tan pronto como pasa desaparece, no deja la boca anestesiada para seguir disfrutando de los sabores. Es muy fácil de comprar en cualquier tienda de productos orientales, se puede comprar en polvo y hacer la pasta con un poco de agua o ya directamente en pasta.

Es un buen acompañamiento para un asado o una barbacoa. Las patatas se pueden asar en el horno, el microondas o la misma barbacoa.

4 patatas, 1 cucharada de wasabi en pasta, 2 cucharillas de sucedáneo de caviar, aceite y sal.

Asar las patatas del modo elegido. En cualquiera de las opciones si las ponemos un par de minutos al microondas, aceleraremos mucho el proceso.

Una vez asadas, partirlas longitudinalmente. Vaciarlas con una cucharilla, sin acercarnos demasiado a la piel para no romperla. Chafar la patata con un tenedor y añadirle un poco de aceite y sal. Rellenar otra vez las medias patatas. Poner una montañita de wasabi en el centro y unos granos de sucedáneo decorando.

lunes, 11 de mayo de 2009

Congrio en salsa verde

Esto es un clásico. Se puede hacer con congrio, merluza u otro pescado de nuestro gusto, incluidos, si os gustan, los filetes de pescado que venden ya limpios. Y por supuesto con pescado congelado de buena calidad que lo hay.

Lo podemos hacer más simple o más completo, añadiendo almejas y/o gambas y/o mejillones. Pero el básico está estupendo.

Si utilizamos congrio, usaremos el llamado abierto, es decir la parte alta y cuanto mas arriba mejor, esta parte apenas tiene espinas. La cola del congrio solo se puede usar para caldo, es muy sabrosa pero tan llena de espinas que no es fácil de comer. El congrio da más espesor a la salsa por la gelatina de su piel.

Fácil de congelar. Queda mejor el congrio que la merluza. Importante respetar los tiempo de cocción. Si se hace mucho el pescado queda seco.

500 gr de congrio, 1 ajo, perejil, harina. Opcional 6 almejas o gambas o mejillones.


En una fuente resistente al fuego y ajustada de tamaño a la cantidad de pescado, poner 2 cucharadas de aceite y el ajo partido a fuego medio. Pasar por harina las rodajas de pescado, sacudiendo la harina sobrante que quede suelta, y ponerlas en el fuego. Pasados 30 segundos, dar la vuelta y otros 30 segundos. Subir el fuego. Añadir agua como para cubrir el fondo unos 2 cm, hacer movimientos circulares en la fuente para que ligue la salsa. Añadir el perejil cortado. Cuando hierva bajar el fuego. Contar 5 minutos y ya esta lista para comer.


Si añadimos almejas, gambas o mejillones, ponerlas en la fuente a la vez que el pescado, retirarlas en cuanto se abran y volver a echarlas en el momento de servir.

jueves, 30 de abril de 2009

Alcachofas confitadas con puerros

Desde que tengo el blog, la gente cuando le sale un plato rápido y agradable sin complicarse la vida, me lo cuenta, este es uno de ellos. Me lo explico algo distinto pero cuando lo fui a probar me apareció un puerro en la nevera e hice el cambio. Me lo dijo con cebolla y para que os hagáis una idea de la nada de su despensa, con ajo seco. Este plato cuesta unos 10 minutos escasos en total.

También me pasa lo contrario: sugerencias para un ingrediente determinado.

En contra de mi costumbre, este plato lleva bastante aceite ( aunque no una exageración) pero si se escurre no resulta graso. Si lo queréis hacer menos graso, se puede sustituir el aceite por agua o un chorrillo de vino blanco pero entonces ya no serán confitadas aunque también buenas.

4 alcachofas. 2 puerros, 2 patatas, 1 ajo, aceite y sal. Opcional: 1 lata pequeña de guisantes extrafinos

Limpiar las alcachofas y partirlas por la mitad. Quitar la capa mas externa del puerro, partirlo para separar la parte verde, comprobando si queda algo de tierra. Partirlo longitudinalmente. Pelar la patata y partirla a rodajas de unos 5 mm de grosor.

En la olla expres, cubrir el fondo con 1 cm de aceite y añadir el ajo partido. A fuego suave, colocar las alcachofas con la parte cortada hacia abajo. En la segunda capa los puerros y después las rodajas de patata. Echar una cucharilla de sal. Cerrar la olla, subir el fuego y cuando empiece a salir vapor, apagar el fuego. Dejar que se enfrié y ya está la comida hecha. Este es el momento de añadir los guisantes escurridos.

lunes, 27 de abril de 2009

Espinacas con pasas y piñones



Como estamos en primavera va de verduras. Las espinacas congeladas van bien para tenerlas como reserva en casa pero cuando tengáis ocasión comprad un manojo de frescas, vale la pena. Su preparación cuesta muy poco esfuerzo.

Para que las espinacas conserven su color verde brillante, hay que cocerlas el tiempo justo y después, escurrir inmediatamente. Si no las vamos a comer inmediatamente, enfriarlas rápido. Hay gente que las sumerge en agua con hielo, yo no llego a tanto, pienso que pierden sabor con tanta agua.

Sirve tanto como plato como guarnición y aunque yo lo prefiero así, en lugar o además de piñones y pasas, se pueden añadir jamón, gambas...

1 manojo de espinacas, 2 cucharadas de piñones, 2 cucharadas de pasas, 1 ajo, aceite y sal.

Poner un puchero de forma alta a ser posible, con unos 5 cm de agua a hervir.

Para limpiar las espinacas: llenar un recipiente grande con agua o poner el tape del fregadero. Cotar el tallo en el punto que se unen todos para formar el manojo, meterlas en el agua. Cuando hemos cortado todos los tallos, mover un poco con la mano para facilitar que la tierra se desprenda y ponerlas en un escurridor cogiéndolas con la mano sin volcar el agua para que la tierra se quede en el fondo del agua que tiramos.

Cuando hierva, echar las espinacas chafandolas un poco para que todas queden sumergidas en el agua hirviendo. Cuando empiece a hervir otra vez, contar 3 minutos y escurrir.

Mientras tanto, pelar el ajo y en una sartén grande poner 3 cucharadas de aceite, el ajo partido, a fuego medio. Cuando se empiecen a dorar, añadir los piñones, dar unas vueltas, añadir las pasas. Apagar el fuego.

En el momento de servir, incorporar las espinacas escurridas y saltear todo junto a fuego medio un par de minutos.


Otra opción es cambiar las pasas por arándonos rojos secos u otra fruta pasa.

miércoles, 22 de abril de 2009

Ensalada diente de león

El diente de león es una planta muy vulgar que desde siempre se ha consumido tanto como ensalada como hierba medicinal. Su uso como ensalada ha decaído pero ahora parece que resuge.

Si tenéis ocasión de recolectarla, elegid sitios limpios, crecen en todas partes, y coged solo las hojas más tiernas, las de montaña son las mejores, las de secano mucho más amargas. Yo no las cojo de jardines muy tratados pues en agricultura para comestibles se usan unos tratamientos y en jardinería otros menos cuidadosos, esperemos que esto cambie en breve.


Yo había recogido pocas hojas y por eso añadí lechuga pero si tenemos bastante puede ser el verde único.

El aliño se puede modificar a gusto

100 gr de diente de león, 100 gr de alguna lechuga, 2 champiñones, 2 lonchas de bacon ahumado, 1 cucharilla de semillas de mostaza o sésamo, aceite vinagre y sal a gusto.Opcional 1 cucharilla de mostaza en polvo o pasta, láminas de queso parmesano.

Lavar las hojas verdes y cortar el final del tallo si parece duro. Limpiar y laminar los champiñones, dorar a fuego muy lento el bacon partido a trozos pequeños.


Poner todo en una ensaladera. En un bol, mezclar 2 partes de aceite, 1 de vinagre, mostazas y sal. Agitar y servir rociando por encima o aparte para que cada uno lo dosifique a su gusto.

viernes, 17 de abril de 2009

Mejillones al vapor

Respondiendo a un comentario de un supuesto "vago".
en Limpiar mejillones, ya hago una aclaración entre lo que supone limpiar e "higienizar". Realmente no hace falta dejarlos impecables, las barbas son un segregación natural del mejillón y las conchas que hay pegadas son otros bichos que utilizan al mejillón como soporte. Nada malo. Pero hay que considerar que no es muy agradable ver tanto "pelo" en el plato. Recomiendo una rascada rápida por la concha (principalmente las barbas) y un "corte de pelo" para las barbas. Frotando uno con otro no cuesta demasiado.

Un recurso muy agradable si tienes mucha gente a comer.


500 gr de mejillones. Opcional, aliños

Para hacerlos al vapor se van poniendo los mejillones en un puchero amplio conforme se lavan. Los ponemos al fuego fuerte tapados con una cucharilla rasa de sal. En unos tres minutos se empezarán a abrir, iremos retirando los abiertos para que los otros tengan más contacto con el fondo del puchero que está más caliente. Cuando estén todos abiertos, listos para comer o aliñar.

Otro modo: En un puchero amplio, se pone una cucharada de aceite y dos ajos partidos pequeños, después de lavar los mejillones, se pone al fuego fuerte el puchero, añadir los mejillones y una cucharilla rasa de sal, tapar y en cuando todos se abran listos para comer.

También puedes escurrir bien los mejillones después de lavar y añadir 100 ml de cerveza. Una vez abiertos puedes comerlos así o añadir unos 50 ml de nata líquida espolvoreandolos con pimienta molida.

Si te queda algo de caldo de cocer mejillones, no lo tires, congélalo debidamente rotulado. Muy útil para arroces, patatas, sopas, salsas que lleven pescado.

Aliños:
- mayonesa o cualquiera de sus variantes
- pimienta negra molida
- picadillo de cebolla y pimiento en vinagreta
- Salsa de tomate o tomate natural cortado a dados, con hierbas a gusto.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Patatas con cebolla y olivas negras

Esto es una guarnición, va muy bien con cordero o ternera. con otras cosas no la he probado porque no me la imagino. También la he probado con col de hoja y está estupenda. En este caso no hay que poner patata al cocer la col.

1 patata grande, 1 cebolla pequeña, 20 olivas negras aproximadamente, un poco de romero y/o tomillo ( a ser posible fresco), aceite y sal.

Pelar las patatas y partirlas a trozos de unos 2cm de lado. Pelar la cebolla y partirla a gajos finos.

En un puchero pequeño (lo más ajustado posible a la cantidad de patata), poner unos 2 cm de aceite y ponerlo a fuego medio. Añadir las patatas y cebolla, dar unas vueltas , tapar y bajar el fuego a suave. Vigilad de vez en cuando dando alguna vuelta, no muchas pues romperás las patatas. El tiempo depende un poco de la clase de patata pero en unos 10-15 minutos, estarán hechas. Mientras se hace esto, deshuesar las olivas partiendolas a trozos.

Escurrir el aceite sobrante completamente. Añadir los trozos de olivas y el romero, servir con la carne correspondiente que puede ser un asado o simplemente a la plancha.

Tostada de champiñones


Este es otro de los platos olvidados que ayer recordé. Sencillo, rápido y bueno. Si lo haces en rebanada grande, es plato, si lo haces en pequeñas, puede servir de aperitivo o tapa.

Yo tenía un buen pan pero se puede aprovechar rebanadas pequeñas de la barra del día anterior o si es muy estrecha, partimos un trozo longitudinalmente, mucho más fácil de manejar. Si vamos a hacer muchas, podemos abrir una barra, y una vez hechas, partir las raciones de picoteo.

El queso, el que os guste que funda bien, yo utilizo enmental o masdam. Tranchetes, no gracias.

La besamel, se puede hacer de cualquiera de las dos maneras, ayer la hice modo papilla, ya que el plato ya tiene bastante energía.

Los champiñones se pueden sustituir por: otro tipo de setas, pollo picado, salteado de verduras o mucha cebolla Si utilizamos esta, añadiremos más queso y puede ser un plato improvisado (que hago de cenar a partir de nada) pues los ingredientes se suelen tener siempre en casa. Que trabaje vuestra imaginación.

Aquí, como casi siempre, pondré cantidades para dos personas.

Dos rebanadas de pan de hogaza, 100 gr de champiñones, media cebolla pequeña, 25 gr de queso (aprox), 1 cucharilla de harina, 100 ml de leche (aprox), aceite y sal.


Limpiar los champiñones y partirlos, pequeños si vamos a hacer tapas o como queramos si son rebanadas. Pelar y picar la cebolla.

En una sartén poner dos cucharadas de aceite a fuego vivo, saltear en ella dos minutos, moviendo frecuentemente, los champiñones. Sacarlos a un plato. En la misma sartén, volver a poner dos cucharadas de aceite y a fuego medio, sofreír la cebolla hasta que esté blanda. Mientras tanto cortar el pan y tostarlo un poco justo que pierda agua ( no es imprescindible), colocarlo en una fuente de horno. Extender los champiñones sobre el pan y sobre ellos, el queso partido pequeño.


Disolver la harina en un poco de leche. Cuando la cebolla esté hecha, echar en la sartén medio vaso de leche, cuando esté caliente , añadir a la vez que movemos, la harina disuelta. Cocer a fuego suave unos 3 minutos para que espese. Cubrir las rebanadas con la besamel y meter al horno para gratinar, 5 minutos a 175º ( esto es orientativo).


Podemos adornarlo con un espárrago triguero a la plancha, un par de gambas salteadas o simplemente tal cual como yo lo hice ayer para una cena de cualquier día, siempre está bueno.

martes, 3 de marzo de 2009

Huevo frito Obama real

Hoy se me ha ocurrido probar el huevo frito Obama, son unos tramposos con las fotos, ese huevo está sin freír, completamente crudo.

He batido las claras casi a punto se nieve y la he mezclado con la tinta. Hasta aquí perfecto. Caliento el aceite, añado el batido y como era de esperar, ha empezado a subir y subir. Añado la yema y al echar aceite caliente por encima, se vuelve más blanca. Además la yema pesa y se hunde en la clara que no para de subir. Como no quería hacerlo mucho, cuando lo he sacado de la sartén ha bajado el volumen.


Una vez obviadas estas cosas, estaba aceptable pero nada diferente.

Si os fijáis en las fotos de las recetas de cocina de las revistas o algunos libros, no corresponden a la realidad: aparecen ingredientes distintos, las verduras no están cocidas para que sean más verdes, lo tostado a veces es pintado y todo esta untado con brillante......

Os prometo que las mías aunque no sean perfectas son reales y corresponden al plato.

lunes, 2 de marzo de 2009

Budin de berenjenas con magret de pato


Otro plato de "cacharreo" pero con resultados muy reconfortantes. Si a alguien no le gusta la berenjena o le apetece cambiar, lo puede sustituir por calabacín. También el magret o pechuga de pato se puede sustituir por perdiz, pichón o simplemente pollo. En todos los casos tenemos que tener en cuenta que los cambios de ingrediente suponen cambio de sabores.

El budin se puede hacer en moldes individuales o uno grande como el que yo he hecho hoy, me resulta más cómodo aunque es más difícil de desmoldar entero. Si lo hacéis para dos cualquiera de las dos opciones será manejable. El de la foto es para 6 de buen comer. Aquí si que he empleado huevo en el relleno porque el molde es muy grande.

La berenjenas se pueden pasar por harina pero absorben más aceite. Yo he usado la misma sartén para todo para ensuciar menos, pero si no tienes mucho tiempo como hoy tenía yo, puedes trabajar con varios fuegos a la vez. El budín de berenjena también se puede hacer sin magret y servir de guarnición o de primer plato.

Las berenjenas las lavo con un poco de jabón porque como son de invernadero ( se utilizan muchos más productos fitosanitarios) y comemos la piel, prefiero arrastrar un poco más. Hay variedades de berenjena que tienen un fondo de sabor amargo y si las dejamos unos 15 minutos con sal lo pierden. La verdad es que hace tiempo que no me encuentro con este tipo de berejenas.

Se puede hacer en el microondas o en el horno.

2 berenjenas, 1/2 cebolla, 200 gr de champiñón, 1 magret de pato, 100 ml de Oporto, 1 cucharilla de harina. Opcional 1 huevo.

Lavar muy bien las berenjenas. Quitarles las puntas con holgura y partirlas longitudinalmente de un grosor de unos 2-3 mm. Ponerlas en una plato llano espolvoreandolas con sal. Las dos o tres primeras rodajas y las últimas, partirlas a dados así como también las puntas.















Pelar y partir pequeña la cebolla y los champiñones. Cortar las dos puntas del magret, quitarles la piel y partirlas a trocitos muy pequeños.
















En una sartén amplia, poner dos cucharadas de aceite y hacer la berenjena, por tandas, a la plancha a fuego medio. Añadir el aceite necesario poco a poco, para controlar un poco la cantidad que chupa. Cuando estén hechas todas las rodajas saltear los dados. Reservar todo en platos.

En la misma sartén, saltear la cebolla picada y después de sacarla, los champiñones partidos pequeños. Saltear los trocitos de magret, justo que cambien de color. Todo esto se puede guardar junto a la berenjena partida a dados. Si queremos tener más seguridad en el desmoldado, añadiremos a esta mezcla un huevo.

















Buscar un molde apto para microondas u horno, depende de donde lo vayamos a cocer. Forrarlo con las rodajas de berenjena de la manera que indica la foto y repartir el relleno. Doblar las rodajas de berenjena para cubrir el relleno.

















En la misma sartén poner una cucharilla de aceite y la cucharilla de harina ( se puede sustituir por maicena o fécula de patata) a fuego suave. Dar unas vueltas y añadir el Oporto poco a poco. Añadir 50 ml de agua o caldo y dejar cocer 5 minutos.

Si utilizamos el microondas: Como sabéis cada uno es un poco distinto y depende mucho de la cantidad. Como orientación, para moldes individuales: dos minutos a máximo, dejar reposar 5 minutos y luego otros dos minutos al 75%. A partir de aquí, de minuto en minuto al 75%, miráis.

Si utilizamos horno: Encender el horno a 180º. En una fuente de horno honda, poner agua para hacer un baño María, meter allí los flanes. Estarán hechos en unos 20-25 minutos. También depende del tamaño y el material del molde. Lo más rápido el metal, luego el vidrio y luego la silicona. Hasta aquí se puede hacer con antelación y también congelar.
















En el momento de servir, poner una plancha o sartén a fuego fuerte. Hacer unos cortes en la grasa del magret para facilitar la pérdida de grasa, los podemos hacer romboidales para darle un aire artístico, aunque en este plato casi no se notará. Poner el magret por la parte de la grasa y bajar a fuego medio, se puede ir quitando con una cuchara si hay mucha grasa . Pasados 4 minutos, darle la vuelta, esperar 2 minutos. El magret si se hace mucho quedará seco y duro. Partirlo a rodajas ( en el sentido más corto de la pechuga) de 5 mm de grosor.















Poner en los platos un molde o rodaja de pastel de berenjena con lonchas de magret y un poco de salsa. Quizá queda más bonito en molde individual pero si somos muchos es más cómodo para mi así. Y además está igual de sabroso.

Añadido posterior, queda mas jugoso sin huevo y poco hecho.

jueves, 26 de febrero de 2009

Ensalada variada con vinagreta de café

He hecho un cursillo de cocina, todos necesitamos reciclarnos y además me lo paso bien, con el tema monográfico aprender a usar nuevos ingredientes en recetas tradicionales. Ya he hecho dos cosas pero como quiero introducir modificaciones, las iré poniendo poco a poco. Como todas las recetas de profesional ,"cacharrean" más de lo que solemos hacerlo en la vida diaria. Además os prometo que he tratado de simplificarla.

En la receta original usa tupinambo, un bulbo de una flor, que según dijo antes se usaba mucho en España, al menos en esta zona y por ello tiene hasta nombre propio. Yo la compré en una tienda de alimentación china pero también la venden en algunas fruterías según dijo. Si no encontráis o utilizáis la nevera para esta idea ( las recetas son eso, ideas), se puede sustituir por patata. Si no tenéis puerro, con cebolla tierna también sale bueno y si tampoco cebolla normal. Como yo lo hice nada más llegar hubo muchas sustituciones y seguía estando buena.

Las proporciones de la vinagreta se pueden modificar según vuestro gusto, el primer día seguir estas medidas y luego cada uno a su gusto.

1 puerro, 1 zanahoria, 1 cebolla tierna pequeña, 2 tupinambos,6 langostinos, 1 lechuga (lolo, hoja de roble o la que nos guste), ajo, perejil, pimienta, sal.
Para la vinagreta: 3 cucharadas de agua, 4 cucharadas de aceite, 1 cucharada de vinagre de Módena, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharada rasa de café soluble.


Vinagreta de café: mezclar en un puchero pequeño o sartén, el agua, azúcar y café, evaporar a fuego suave hasta que este cremoso. Añadir el vinagre y aceite, mezclar bien.


Pelar los langostinos. Partir el puerro en longitudinal, juliana( a tiras) muy fina, Pelar los tupinambos y partirlos a dados.Pelar las zanahorias y con un pelapatatas o la mandolina partirlas a láminas finas, también podemos si nos resulta más fácil, rallarlas gruesas. En un puchero con agua y un poco de sal, cocer los tupinambos justo hasta que pierdan la rigidez. Escaldar un momento las zanahorias. Escurrir todo.

En una sartén amplia, poner dos cucharadas de aceite y a fuego vivo, saltear la cebolla un par de minutos. Retirar la cebolla y en la misma sartén, poner otra vez aceite y saltear el tupinambo y luego la zanahoria. Colocar todo en una ensaladera para que se enfríe. Seguimos en la misma sartén añadimos un poco de aceite, el ajo picado, perejil y salteamos a fuego vivo, los langostinos justo hasta que cambien de color.

En una sartén pequeña y honda poner 2 cm de altura de aceite a calentar a fuego medio. Pasar el puerro por harina y sacudirlo bien para que suelte la sobrante. Freírlo, muy atentos para que no se queme, hasta que se dore. Escurrirlo. Escurre mejor en un colador, el papel absorbente lo pone blando.

Mezclar todos los ingredientes con la lechuga cortada y aliñar con la vinagreta. El puerro como está crujiente, lo pondremos encima para que mantenga su textura.

El tupinambo no debe ser tan desconocido, al pasar el corrector ortógráfico, lo ha dado como correcto a pesar de lo malo que es este corrector, me da como desconocidas palabras muy corrientes.

viernes, 13 de febrero de 2009

Fondue de queso



Nos parece un plato complicado pero no lo es en absoluto. Tampoco es imprescindible el aparato de fondue comercial, se puede hacer en un puchero pequeño, eso sí, de fondo grueso para que no se agarre. Para carne es importante que el puchero sea profundo y se puede poner alrededor, para reducir la boca del puchero, un papel de aluminio que evita salpicaduras. Si no tenemos material adecuado, necesitaremos algo que nos haga de soporte y mantenga en alto el puchero (en los microondas a veces viene una rejilla con patas altas) y una vela de las pequeñas y anchas para mantener el calor.














Si vamos a comprar un set de fondue, tenemos que tener en cuenta que, si solo lo vamos a usar para carne podemos comprar cualquiera. Si también lo vamos a utilizar para queso, hemos de buscar uno especial. A veces los recomiendan de porcelana, están bien pero no sirven para carne pues se pueden romper si se calienta mucho el aceite. Yo tengo uno de hierro fundido que sirve para los dos usos. La base es un poco cursi pero fue un regalo, funciona y eso basta.



La mezcla de quesos tradicional es con Emmental y Gruyere, también se pone Appenzeller, las proporciones en casa es a partes iguales pero por supuesto las podemos adaptar a nuestro gusto. Últimamamente hemos probado aromatizandola con un poco de Roquefort o Gorgonzola. todas son variedades de queso que podemos encontrar en el supermercado aunque si podéis ir a alguna tienda de especialista en quesos, no tienen nada que ver los "plastificados" y los de "verdad". Los preparados que venden de fondue, a parte de ser carísimos, los que he probado no me gustan. Además el trabajo que ahorran es mínimo.

Las cantidades están calculadas para que sea plato único, únicamente lo suelo acompañar de una ensalada ligera. Calculo 150 gr de queso por persona. Es un plato muy apropiado para menos de 6 personas, resulta incómodo más de 6 mojando en el mismo sitio. Hay que tener en cuenta que el exceso de queso es pesado de digerir.

150 gr de Enmental, 150 gr de Gruyere, 200 ml de vino blanco, 1 diente de ajo, 1 pizca de sal, 1 cucharilla rasa de maícena, una barra de pan de miga consistente.

Rallar el queso a tamaño grueso o cortarlo a dados pequeños. Cortar el pan a dados de 1 cm3 aproximadamente, taparlo con un paño limpio hasta su uso. Pelar y dar un golpe seco al diente de ajo de manera que se abra. Frotar el puchero destinado a la fondue con el diente de ajo, dejarlo en el fondo. Echar al puchero 150 ml de vino blanco y la pizca de sal. Poner a fuego medio para que hierva 3 minutos. Disolver la maícena en los 50 ml de vino restantes. Todo esto se puede hacer con antelación.

Retirar el ajo. Poner el puchero a fuego medio e ir añadiendo el queso troceado a puñados a la vez que damos vueltas. No añadiremos el siguiente puñado hasta que el anterior esté fundido, así hasta acabar el queso. Añadir el vino con la maícena disuelta, poco a poco y sin parar de dar vueltas.

Encender el mechero o vela y sentarse en la mesa inmediatamente. El pan conviene pincharlo por la parte de la miga y que sea la corteza la que arrastre el queso, las probabilidades de "perder" el pan son menores. Si tenéis ganas se ponen prendas para el que pierda el pan.